Ciudad de México.- El cáncer es una enfermedad que ocasiona que algunas células se multipliquen y diseminen sin control a otras partes del cuerpo. En condiciones normales, éstas se forman y reproducen (mediante división celular) a fin de crear células nuevas a medida que el organismo las necesita, y cuando envejecen o se dañan mueren para ser reemplazadas. Sin embargo, en ocasiones el proceso no sigue este orden y las células anormales o dañadas se forman y multiplican cuando no deberían, dando lugar a bultos de tejido conocidos como tumores, los cuales pueden ser cancerosos (malignos) o no (benignos).

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la región de las Américas el cáncer es la segunda causa de morbilidad y mortalidad, tras las enfermedades cardiovasculares.

La OPS agrega que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en 2020, y que 1.4 millones murieron por estos padecimientos. De igual forma, se estima que el 57 % de los nuevos casos y el 47 % de las muertes se dan en sujetos menores de 70 años.

Aunque los tipos de cáncer más frecuentes varían en función del lugar, el de cuello uterino es el más habitual en 23 países. En México, el más frecuente es el de mama, con casi 30,000 nuevos casos al año, de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud. Le siguen el de próstata, tiroides, colon, cuello del útero, estómago, pulmón, hígado, la leucemia y el linfoma no Hodgkin; pero hay otros como el de pene, considerado poco frecuente por su baja incidencia.

Según cifras de la misma entidad, en México se diagnosticaron únicamente 696 nuevos casos en 2020, una cantidad baja si se toma en cuenta que, de acuerdo con un artículo publicado en la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, se reportaron 346 pacientes en el Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas de 2003.

La baja incidencia de este tipo de cáncer deriva de la poca información sobre él. “Tenemos registros deficientes por tratarse de una afección rara. En México, los institutos o grandes hospitales registran de tres a cinco casos al mes, y de éstos se opera uno cada 30 o 60 días. No todos los pacientes son candidatos a tratamiento porque llegan en estadios avanzados debido a las características de la enfermedad, muy agresiva y compleja”, explicó Román Romero Villegas, médico cirujano, urólogo y académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza.

A decir del universitario, el cáncer de pene tiene una fuerte asociación con la presencia de virus, sobre todo el del papiloma humano (VPH), pero no puede afirmarse que ésta sea la causa principal, pues el tabaquismo y la mala higiene de los pacientes no circuncidados son los principales factores de riesgo.

También influye el haber estado con múltiples parejas sexuales sin protección. “El hombre siempre padece infecciones de transmisión sexual o asociadas a su pene, en especial durante la juventud. La mayoría de las veces dichas lesiones desaparecen en menos de una semana con antibióticos o desinflamatorios. En el caso del cáncer de pene no es así, pues éstas son recurrentes pese a los tratamientos, lo cual debe tomarse como señal de alarma”.

El padecimiento suele presentarse en varones que rondan los 60 años, añadió, quienes llegan, en su mayoría, con la enfermedad ya en etapas avanzadas porque no acudieron antes con un médico especialista debido a estigmas sociales y culturales.

“Seguimos sin educación. No tenemos la cultura de revisarnos, explorarnos ni de notificar a las personas cercanas que algo nos pasa. Es un asunto de ignorancia, además de que el mexicano es macho y piensa que es normal o que sanará por milagro, pero no es así”.

De acuerdo con el académico, el cáncer de pene es letal y, aunque hay tratamientos como la amputación oportuna, siempre existe la posibilidad de que, tras la intervención, la enfermedad regrese. Otras técnicas quirúrgicas son menos efectivas y presentan complicaciones que dan a los pacientes mala calidad de vida.

“Se trata de una opción muy invasiva. Cuando los pacientes escuchan que se les realizará una penectomía parcial o total, muchas veces dicen, ‘no, yo no deseo la cirugía’ y abandonan el tratamiento. Esto los lleva rápidamente al agravamiento y a la muerte”.

Ante este panorama, el urólogo recomienda sobre todo la autoexploración, que no es privativa de un género. Hay que conocer y reconocer cuando algo anda mal en el cuerpo y dejar en claro a los menores de edad que sangrar o tener lesiones que molestan no es normal.

“Siempre que vean una lesión que no está bien, que algo está modificado en su función urinaria o sexual, es preciso acudir a valoración con un especialista. Hacerlo evitará cáncer en etapas avanzadas”, señaló el médico y subrayó lo crucial de no desatender ningún síntoma ni esperar un sangrado o una disfunción. “Muchas veces, cuando los sujetos deciden atenderse, han pasado meses o años y es demasiado tarde”.

Crear conciencia

En el contexto del Día Mundial contra el Cáncer, a conmemorarse el 4 de febrero, es clave crear conciencia sobre el autocuidado y autoexploración, a fin de revertir las cifras futuras, pues la OPS estima que la carga del cáncer aumentará en un 60 % durante las próximas dos décadas, y ello afectará aún más los sistemas de salud, a los individuos y a las comunidades.

De hecho, se prevé que la carga global por cáncer aumente a unos 30 millones de nuevos casos para 2040 (el mayor crecimiento se producirá en países de ingresos bajos y medianos). Si no se toman medidas para prevenir y controlar este tipo de padecimientos, el número de individuos diagnosticados se incrementará en 57 %, lo cual representa cerca de 6.2 millones de personas en el continente americano.

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