San Mateo Atenco, Méx.- A lo lejos se oyen los ladridos de perros en guardia al escuchar porras, música y el paso del contingente que encabeza Jorge Bobadilla Bustamante, candidato de Morena a la presidencia de San Mateo Atenco, quien advierte a quienes lo acompañan tener cuidado con la jauría amenazante a la distancia.
“Perro que ladra no muerde”, dice sonriendo el candidato conocido por sus amigos como “Boba” y quien, con paso decidido, sigue su camino para recorrer hasta el último rincón del populoso Barrio de Guadalupe, el más grande de los que conforman el municipio atenquense.
¡Más agua!, pide doña Jovita a Bobadilla quien saluda a la vecina que acusa una grave escasez que ha llevado a su comunidad a una situación desesperada, ya que a todos sus gastos se suma el de comprar pipas de agua potable, pues a pesar de sus quejas el actual ayuntamiento los ha olvidado.
Pasos adelante el sonido de tambores, matracas y altavoces se detiene cuando una voz se alza para exigir mayor seguridad, se trata de don Ubaldo Páez, hombre de 58 años que señala que las administraciones van y vienen pero la inseguridad crece y cobra más víctimas cada día.
En respuesta, el candidato morenista ofrece propuestas concretas, desde estrategias preventivas hasta la mejora de infraestructura hidráulica y de vigilancia, asegurando una colaboración más estrecha entre los tres niveles de gobierno, ya que comparten los ideales de honestidad y trabajar por el bienestar de quienes menos tienen.
“Los tres niveles de gobierno seremos del mismo partido, del mismo color y será más fácil trabajar en equipo porque compartimos el objetivo de generar más bienestar para el pueblo”, recalcó el candidato.
Mientras el contingente guinda busca sombra para tomar un descanso, Jorge se aparta un momento, se quita el sombrero, se abanica con él, responde mensajes de “whats” y anima al contingente a seguir la marcha.
Las demandas de la comunidad abarcan desde la mejora de servicios como la recolección de basura hasta oportunidades de empleo o mayor impulso a la industria del calzado; las solicitudes son escuchadas por el aspirante a alcalde en su incansable peregrinaje por las calles del municipio que lo vio nacer, y por cuyo progreso está deseoso por trabajar.
Ni el calor sofocante, ni siquiera los ladridos feroces pueden detener la determinación de Boba en su búsqueda por un cambio verdadero, y sabe que cada paso lo acerca a su meta de marcar un rumbo diferente para su tierra.
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