Ciudad de México.- Aunque la inteligencia artificial (IA) ha generado grandes cambios en la forma en que adquirimos información, las bibliotecas son faros del conocimiento ante la volatilidad de los datos, especialmente en un momento en el que las fake news y las redes sociales difunden ideas superficiales, considera la directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, María Andrea Giovine Yáñez.
En ocasión del Día Nacional del Bibliotecario, que se celebra hoy 20 de julio, la doctora en Letras reflexiona que, en este entorno, los bibliotecarios son los guardianes de un saber y conocimiento que debe continuar como la base de la sociedad.
Destaca en entrevista que esos recintos son garantía de que el conocimiento ha pasado, de alguna manera, por instancias de legitimación editorial, y ellas y ellos son los guardianes de esos saberes. Se han enfrentado diversos retos en los últimos tiempos porque han tenido que modificar su quehacer de un mundo pensado para lo físico, a otro más cercano a lo digital.
La experta en cultura impresa y visual estima que la tecnología ha impactado en todas las disciplinas y eso incluye su labor. Siempre se capacitaron para vivir en un ambiente hecho para el papel, con papeletas físicas, depósitos, pero ahora han sumado a sus actividades la digitalización y la preservación que son más complicados porque requieren de electrónica o metadatos, software, etcétera.
Aclara que en ocasiones se tiene el temor de que la tecnología nos rebasará o superará, pero lo que está sucediendo es un cambio de funciones.
Señala que la implementación de técnicas digitales no suplanta a la consulta física de materiales, sino que coexisten y cada una representa retos, circunstancias específicas y devenires, por lo que deben tener esa perspectiva.
En el caso de la Biblioteca Nacional de México, agrega, se lleva a cabo un gran esfuerzo para ofrecerles la mejor capacitación en gestión documental digital, pues se cuenta con el depósito legal digital, lo que ha requerido la adaptación de personas, espacios, flujos de trabajo para entrar en una realidad que hace dos décadas no existía.
Es la institución encargada de resguardar el acervo patrimonial con la finalidad de integrar, organizar, preservar y facilitar la consulta de materiales publicados en el país, recibidos a partir de 1850 a través del depósito legal, compra y donación, por lo que contiene libros, revistas, periódicos impresos y publicaciones en formato electrónico o digital.
Giovine Yáñez comenta: La Hemeroteca Nacional Digital ha tenido éxito en la preservación en ese formato y en la exposición hacia el público de sus colecciones. Tenemos cuidado con los derechos de autor, de lo que se puede hacer accesible a través de la digitalización, y trabajamos también para que la Biblioteca Nacional cuente con un área de digitalización robusta, a fin de que los usuarios puedan efectuar minería de datos, más allá de una simple descarga.
Cabe recordar que en 2004, la Comisión de Biblioteca y Asuntos Editoriales de la Cámara de Senadores promovió la instauración del Día Nacional del Bibliotecario, con el objetivo de reconocer a aquellas personas que facilitan el acceso a la información, resguardan los libros y colaboran con la preservación de la cultura escrita.