Por Benjamín Bojórquez Olea.
Made in México…
Los partidos de oposición están llamados a convertirse en entes de conciliación.
Para muchos, el 2 de junio fue la culminación de un proyecto claro: lacontinuidad en el poder del antiguo partido de Estado, disfrazado ahora de izquierda nacionalista. Un partido-movimiento-gobierno que retoma las antiquísimas prácticas de la mafia pública en todo su esplendor: el dedazo presidencial, el presidencialismo omnipresente, y la moda del momento “made in México”, el llamado meta presidente, o el que manda vive enfrente pues.
El sueño de unos y la ignorancia de muchos consagrada en una victoria electoral arrolladora, hecha de papel y pavimentada con dinero público. Un arribo anticipado más no esperado. El tufo de un México que pudo y no quiso ser.
Por el otro lado, los partidos políticos aglutinados en una oposición fragmentada, víctima de sí misma y victimaria de la ciudadanía. Afanes sudorosos de un poder que no termina por gustar y degustarse. La ambición de pocos amparada en la esperanza de muchos. La dolorosa parturienta que solo alcanzó a dar a luz decepción y frustración.
Una oposición en donde la democracia está dibujada en la voz, pero callada en los hechos. Liderazgos que no terminan de entenderse en el hambre de arrebatar las sobras de lo perdido. Todo esto previo al chapulineo hacia las ubres del primoroso partido-gobierno. Excandidatos de la fallida alianza que llevan permanentemente el sello de la casa. Práctica detestable, pero augurable en cada caso.
¿La propuesta? Cinco ejes para iniciar una reforma a la vida interna de los partidos opositores:
1. Secretaría ciudadana. Encabezada por ciudadanas y ciudadanos sin militancia, que convoque a todos los esfuerzos surgidos desde la sociedad, convirtiéndolos en el brazo electoral de una ciudadanía no partidista.
2. Paridad ciudadana en la distribución de candidaturas. Para personas con probado trabajo social y también, sí o sí, sin militancia partidista. Entendida bajo la idea de que el 33 por ciento de las posibles posiciones sean para estos perfiles, en lugares en donde puedan ser competitivos electoralmente y, contando con el completo respaldo de los partidos.
3. Ombudsman ciudadano. Sin militancia partidista para no variar. Que vigile y acompañe el diálogo tanto interno como externo, protegiendo los derechos ciudadanos al interior de los partidos, pero sin ambiciones de una candidatura.
4. Mantener una agenda social. Sin vacilaciones y amarguras, que se trabaje permanentemente en las causas ciudadanas (ojo, no en las de los políticos partidistas), más allá de los tiempos electorales. Que capacite y apoye el direccionar de las estrategias sociales. Que además firme el compromiso de no cooptar al movimiento social opositor, sino de convencerlos a la buena, con resultados y compromisos cumplidos.
5. Y finalmente, un mea culpa público. Con transparencia, hablando de frente sobre los errores cometidos y la manera de enmendarlos. Pero, sobre todo, del compromiso de ser un ejemplo de lo que exigen al primoroso partido: Instituciones con democracia interna sustantiva, legitimada por su representación social, que integre organismos autónomos (ombudsman) y un actuar enfocado en el pueblo y para el pueblo. Con un proceso de reflexión interno tan externo como sea posible, escuchando las voces ciudadanas y asumiéndolas como propias.
GOTITAS DE AGUA:
Solo la locura del fanatismo puede concebir un país de una sola visión y de un solo camino, tal y como lo imagina el líder de Macuspana. La exigencia hacia el claudismo es que debemos ser un país abierto, y esto también debería aplicarse hacia todos los partidos.
Laciudadanía ya se la jugó varias veces con las instituciones de la oposición, pero esto no puede ser permanente sin ver cambios al interior de ellos. El tipo de cambio radical y profundo del que hablamos. Los partidos de oposición están llamados a convertirse en entes de conciliación, entre el pueblo magullado y la visión de que un México justo, próspero y con paz es posible. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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