Por. – Benjamín Bojórquez Olea.
Adueñarse de un país…
Se dice que hay varias izquierdas; es claro una izquierda cuyo objetivo es adueñarse de su país.
¿Cuánto dinero lleva en su cartera Nicolás Maduro? ¿Cuántas tarjetas de crédito tiene?Ojalá y no salga que trae únicamente en el bolsillo200 pesos.
Las preguntas son ociosas: si alguien es dueño de un país no tiene necesidad de esas trivialidades que requerimos los ciudadanos comunes, como dinero en efectivo y tarjetas de crédito.
Lo que nos lleva a la peculiar desigualdaden esos modelos de “izquierda”, representados por países como Venezuela, Nicaragua, Cuba, Corea del Norte. Igualdad para la sociedad, privilegios para la clase política.
La clase política de esos países vive en condiciones que nada tienen que ver con las de la mayoría de la población. Hay que recordar el escándalo que inocentemente provocó Gabriel García Márquez cuando describió las excelencias de la comida que había compartido con su amigoFidel Castro, mientras la población cubana sobrevivía con las cartillas de racionamiento.
Es quizá, más que un caso externo, un buen ejemplo. El hecho es que en esos sistemas hay un abismo entre el nivel de vida de la clase política y las del resto de la sociedad. Naciones controladas por un grupo de privilegiados que difícilmente va a dejar el poder tras una elección.
No se trata solo de Maduro, sino del grupo que lo rodea. No es fácil ceder los privilegios, probablemente mucho mayores de lo que imaginamos, después de una elección. Más sí tienen temor de que la justicia los alcance después de las ilegalidades que han cometido.
El resultado de la elección venezolana del mes pasado no es claro. Sí es claro que millones de venezolanos ya “votaron con los pies”: dejaron su país porque no les era posible vivir en él. Se calcula que uno de cada cuatro ha migrado, más de siete millones.
Es curioso que prácticamente nadie habla de los bienes que los gobiernos mencionados han generado para su población. Todo el bienestar parece estar en el grupo que gobierna.
GOTITAS DE AGUA:
Se dice que hay varias izquierdas. Es claro que hay una izquierda cuyo objetivo es volverse la dueña de su país, despojar de derechos a sus ciudadanos, mantenerlos en una situación de mascotas sin aspiraciones.
Ambiciosos que tratan de ocultarse detrás de una retórica de altruismo. No conmueven a nadie.“Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
Comentarios