• Después de ser un pilar en las cocinas globales, la emblemática marca lucha por sobrevivir ante una drástica caída en sus ventas y su inadecuada transición al comercio digital.

Ciudad de México.- Tupperware Brands, la icónica empresa que simboliza la versatilidad de los “topers” en las cocinas mexicanas, se ha declarado en bancarrota, marcando un drástico giro en su historia tras años de declive en ventas y feroz competencia.

Fundada en los años 40 por el químico Earl Tupper, la marca revolucionó el almacenamiento de alimentos con sus innovadores recipientes herméticos, popularizados por las memorables “fiestas Tupperware”. En México, estos contenedores se convirtieron en indispensables, utilizados para guardar la comida de mamá, llevar lunch al trabajo o conservar las “sobras” de las reuniones familiares.

Sin embargo, lo que antes fue su mayor fortaleza se transformó en su mayor vulnerabilidad. En su declaración, la compañía admitió no haber diversificado sus canales de venta, especialmente en el ámbito digital, y enfrentó un “entorno macroeconómico desafiante” en años recientes. “Hoy, casi todos conocen Tupperware, pero pocos saben dónde encontrarlo”, lamentó Brian J. Fox, director de reestructuración.

La empresa, que ahora opera bajo la protección de un tribunal en Delaware, reporta activos de aproximadamente 680 millones de dólares frente a una abrumadora deuda de 1,200 millones. Su situación se deterioró tras la pandemia, la guerra en Ucrania y el aumento de costos en su materia prima, la resina.

En un golpe más, anunció el cierre de su última planta de fabricación en EE. UU., despidiendo a 148 empleados. Con cerca de 5,500 trabajadores en 41 países y más de 460,000 consultores independientes, la noticia resuena profundamente en México, donde los “topers” son un símbolo nostálgico de la vida cotidiana.

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