Ciudad de México.- Fue aprobada la reforma a la Guardia Nacional en lo general y particular del Senado de la República, la madrugada de este miércoles. Con 86 votos a favor, 42 en contra y 0 abstenciones, los senadores aprobaron que la GN se integre a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), esto como parte de las medidas que impulsa el gobierno federal para fortalecer la lucha contra el crimen organizado en un contexto de creciente violencia.

En medio de un clima de polarización, la iniciativa será enviada a las Legislaturas estatales, donde se necesita la aprobación de al menos 17 Congresos para publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Con la reforma, la Guardia Nacional operará bajo el mando militar, lo que ha despertado alarmas entre defensores de derechos humanos, quienes advierten sobre la posible erosión de las funciones civiles en la seguridad pública.

Mientras el gobierno sostiene que esta medida mejorará la coordinación en la estrategia de seguridad, críticos temen que signifique un aumento en la militarización de las calles.

La sociedad está dividida: algunos apoyan la reforma como un paso necesario ante la crisis de seguridad, mientras que otros la ven como un retroceso en la protección de los derechos fundamentales.

A medida que se implementan estos cambios, el debate sobre la verdadera naturaleza de la seguridad en México se intensifica. ¿Se convertirá la Guardia Nacional en una fuerza eficaz o en un agente de represión? La respuesta podría definir el futuro del país.

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