Ciudad de México.- Las recientes declaraciones de la senadora Imelda Sanmiguel Sánchez han despertado una nueva polémica en torno a la reforma del Poder Judicial. Desde la tribuna, Sanmiguel criticó las reformas impulsadas por Morena, asegurando que “ponen en riesgo las libertades” de jueces, ministros y magistrados. Pero, ¿realmente su discurso está enfocado en defender la imparcialidad judicial o es un intento más del Partido Acción Nacional (PAN) por mantener el control de un sistema que ha beneficiado a ciertos grupos por décadas?

Defensa del “huacal” o resistencia al cambio

La senadora arremetió contra la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, sugiriendo que el objetivo es inhabilitar o encarcelar a quienes “se salgan del huacal”. Sin embargo, esta afirmación parece más un intento de proteger privilegios que de defender los intereses de la ciudadanía. Durante años, el sistema judicial mexicano ha sido señalado por su falta de transparencia y su connivencia con sectores poderosos. ¿Es realmente una tragedia que se busque disciplinar a aquellos que han abusado de su poder?

Sanmiguel pinta un cuadro apocalíptico de un país que, según ella, está al borde del colapso por reformas que podrían hacer el sistema más accesible y justo. Pero su discurso omite mencionar que el Poder Judicial ha sido, en muchos casos, una barrera para la justicia social. Las reformas buscan eliminar la impunidad y garantizar que nadie esté por encima de la ley, algo que, a juzgar por las declaraciones de Sanmiguel, no parece estar entre sus prioridades.

La “tómbola” como distractor

Sanmiguel también se refirió con desdén a la propuesta de selección de jueces, criticando que se recurra a una “tómbola” para elegir a las personas juzgadoras. Lo que la senadora omite es que este tipo de selección podría, en realidad, diversificar y democratizar un sistema que históricamente ha favorecido a élites cercanas al PAN y otros partidos tradicionales. Presentar esta propuesta como un simple sorteo para descalificarla refleja la resistencia de ciertos sectores a perder el control que han mantenido durante años.

¿Quién realmente está cegado por la soberbia?

La senadora acusó a Morena de estar cegados por la soberbia. No obstante, es válido preguntarse si el PAN, partido al que pertenece Sanmiguel, no está atrapado en su propia arrogancia, incapaz de aceptar que el sistema judicial que tanto defienden necesita una transformación urgente. El argumento de que estas reformas afectarán a la economía y a la inversión extranjera es un viejo truco que ha sido utilizado para frenar cambios que beneficien a la población en general, mientras se sigue protegiendo a los privilegiados.

En resumen, las declaraciones de Imelda Sanmiguel parecen más una defensa del statu quo que un esfuerzo por garantizar una verdadera justicia en México. Su crítica a las reformas parece estar más orientada a preservar un sistema de privilegios que a mejorar las condiciones de equidad y justicia que tanto reclama el país.

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