Ciudad de México.- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados del Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) para agosto de 2024, revelando un panorama de contracción en el sector. Según las cifras desestacionalizadas, la actividad industrial en México disminuyó un 0.5% en comparación con el mes anterior, lo que genera preocupación en diversos sectores económicos del país.
Construcción, el talón de Aquiles de la industria
El sector de la construcción fue el más afectado, con una drástica caída del 3.7%, una baja que repercute directamente en la inversión en infraestructura y proyectos públicos y privados. Esta disminución representa un desafío para el crecimiento económico, ya que la construcción suele ser un motor clave para la generación de empleo y la dinamización de otras industrias relacionadas.
Luces y sombras en otros sectores industriales
A pesar de la caída en la construcción, otros sectores mostraron leves signos de recuperación. Las industrias manufactureras registraron un crecimiento modesto del 0.3%, mientras que la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, así como el suministro de agua y gas, experimentaron un incremento del 1.4%. El sector minero, aunque mostró signos de estabilidad, apenas creció un 0.1%.
Una perspectiva anual también negativa
En términos anuales, la situación no fue más alentadora. La actividad industrial registró una caída del 0.3% en agosto de 2024 comparado con el mismo mes del año anterior. Nuevamente, el sector de la construcción fue el más golpeado con una baja del 4.1%, seguido de la minería, que cayó un 1.3%. Sin embargo, las industrias manufactureras y el sector de la energía mostraron crecimientos anuales del 0.7% y 2.0%, respectivamente.
Un llamado a la reactivación
La contracción de la actividad industrial en México pone en alerta a los especialistas y al gobierno, quienes ahora se enfrentan al reto de impulsar políticas públicas y programas que ayuden a revitalizar sectores clave como la construcción. La demanda interna y externa, junto con factores como la inflación y las tasas de interés, serán determinantes para definir el rumbo de la industria mexicana en los próximos meses.