Almoloya de Juárez, Méx.- En una jornada que promete cambiar vidas, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Myrna Araceli García Morón, lideró una misión vital en el Centro Preventivo y de Reinserción Social (CPRS) de Santiaguito. Durante su visita, se reunió con dos Personas Privadas de la Libertad (PPL) para evaluar sus solicitudes de amnistía, un derecho que podría ser su salvación.
Desde enero de 2021, gracias a la perseverancia de la CODHEM, se han logrado perdones que suman 337 años de prisión para 16 PPL, una cifra que refleja el compromiso del organismo por restituir derechos y buscar justicia. La Ley de Amnistía del Estado de México abre un camino para aquellos que enfrentan acusaciones que podrían no haberse sustentado adecuadamente, y es en este contexto que se realiza la evaluación de casos.
Entre las PPL entrevistadas, se encuentra una mujer de la comunidad indígena mazahua que, debido a su avanzada edad y a las violaciones que sufrió en su proceso judicial, reúne condiciones que la hacen candidata para recibir este beneficio. Su caso es emblemático de las luchas que enfrentan muchas mujeres en el sistema penal, donde la violencia de género y la falta de representación adecuada son comunes.
El segundo caso analizado corresponde a un hombre de la comunidad otomí, cuya solicitud de amnistía se fundamenta en irregularidades en su defensa y su situación de pobreza extrema. Estas historias de vida y lucha revelan la urgencia de un sistema que respete los derechos humanos de todos sus ciudadanos.
La CODHEM, en su papel de defensora, seguirá realizando visitas a centros penitenciarios para identificar casos similares y fortalecer su labor. Las solicitudes de amnistía no solo provienen de las PPL, sino también de sus familias y organizaciones de la sociedad civil, evidenciando la necesidad de un enfoque más humano en la justicia.
A medida que el Poder Judicial del Estado de México evalúa estas solicitudes, la CODHEM se convierte en un faro de esperanza, abogando por aquellos cuyas voces han sido ignoradas y asegurando que la justicia no sea un privilegio, sino un derecho para todos. La batalla por la amnistía continúa, y con ella, la posibilidad de un nuevo comienzo para muchos.