Toluca, Méx.- Cada 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes, una fecha con dos significados distintos: por un lado, un acto de profundo significado religioso, y por otro, una tradición llena de humor y bromas que se mantiene viva en México y otros países de habla hispana.
La Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México invita a las nuevas generaciones a conocer el origen de esta fecha, cuyo significado histórico y cultural sigue presente en el imaginario social.
Un origen religioso y trágico
De acuerdo con el Vicecronista de Toluca, Rodrigo Sánchez Arce, el Día de los Santos Inocentes es una celebración litúrgica vinculada al cristianismo. Su origen radica en un pasaje bíblico que narra la orden del Rey Herodes de asesinar a todos los niños menores de dos años en Belén, con el objetivo de eliminar al recién nacido Jesús de Nazaret, a quien consideraba una amenaza para su reinado.
Estos niños son recordados como los primeros mártires del cristianismo, y su sacrificio es el motivo original de esta conmemoración.
Las bromas y la frase popular
En contraste con su origen religioso, en países de Hispanoamérica y España, esta fecha se ha convertido en una tradición para realizar bromas y engaños. Es común que las personas inventen historias ficticias o gasten bromas entre amigos y familiares, finalizando con la frase:
“Inocente palomita que te dejaste engañar.”
Aunque hoy en día el enfoque lúdico predomina, Sánchez Arce subraya la importancia de que las generaciones actuales comprendan el contexto histórico y el significado original de esta práctica, que ha evolucionado a lo largo de milenios para adaptarse a los imaginarios sociales actuales.
Una tradición viva en el Estado de México
En el Estado de México, esta tradición sigue viva y es motivo de convivencia familiar y social. Además de las bromas, se aprovecha la fecha para reflexionar sobre las costumbres culturales y la manera en que han trascendido el tiempo.
La Secretaría de Cultura y Turismo exhorta a la población a no perder de vista el valor histórico y cultural de este día y a seguir disfrutándolo como una tradición que une a las familias mexiquenses con humor e historia.
Así que ya lo saben, este 28 de diciembre no se dejen engañar… o quizá sí, pero con una sonrisa.