Plantea desafíos para el T-MEC

Ciudad de México.- La salida de Justin Trudeau como primer ministro de Canadá, anunciada recientemente, marca el fin de una era de casi una década y abre un panorama político y económico incierto para América del Norte. Académicos del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM coinciden en que el ascenso de los conservadores canadienses, liderados por Pierre Poilievre, podría tener profundas repercusiones en la región y el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Fin de la era Trudeau y el ascenso conservador

Roberto Zepeda Martínez, investigador del CISAN, señaló que la renuncia de Trudeau refleja un desgaste político significativo, exacerbado por problemas internos como la inflación, la falta de vivienda y el incremento en el consumo de drogas. Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, ha sabido capitalizar estas preocupaciones mediante un discurso que mezcla verdades a medias y desinformación.

Oliver Santín Peña explicó que Poilievre ha identificado temas sensibles para la población canadiense y ha señalado a Trudeau como responsable de las crisis sociales y económicas del país. “Esto generó presión interna en el Partido Liberal para que Trudeau dejara el liderazgo, especialmente ante la ventaja que los conservadores mantienen en las encuestas”, afirmó.

Por su parte, Juan Carlos Barrón Pastor, secretario académico del CISAN, destacó que la caída de la popularidad de Trudeau y su partido es resultado de un entorno mediático que lo responsabiliza de las dificultades sociales y económicas de Canadá, lo que deja al país en una posición complicada de cara a las próximas elecciones.

Impactos en el T-MEC y la relación trilateral

Zepeda Martínez advirtió que el liderazgo de Poilievre podría complicar la revisión del T-MEC en 2026, dado su enfoque proteccionista y su postura crítica hacia el libre comercio y la migración. “Si los conservadores llegan al poder, el tratado dejará de ser una prioridad para Canadá, particularmente si coincide con un gobierno estadounidense liderado por Donald Trump. Esto podría llevar al desmantelamiento del T-MEC”, sostuvo.

El académico también señaló que algunos gobernadores canadienses han expresado su rechazo hacia México dentro del pacto comercial, argumentando que no aplica medidas equivalentes en comercio exterior, como aranceles a productos chinos. “México deberá demostrar que cumple con las reglas comerciales y que su producción es independiente de bienes importados, como los autos chinos”, enfatizó.

Retos para México

Santín Peña subrayó que México deberá ser estratégico en sus negociaciones, especialmente ante la posibilidad de un primer ministro canadiense populista y con un discurso nacionalista. Aunque Canadá es el tercer socio comercial de México, la llegada de los conservadores al poder podría afectar sectores clave, como la movilidad laboral y la cooperación medioambiental.

El experto recordó que, aunque ha habido tensiones dentro del T-MEC, México tiene cartas importantes en su relación con Estados Unidos, como los temas migratorios y de seguridad. Sin embargo, la diplomacia mexicana deberá ser cauta y proactiva para enfrentar las complejidades de este nuevo escenario.

Un futuro incierto para América del Norte

Los académicos concluyeron que el fin de la era Trudeau y el posible ascenso de los conservadores canadienses podrían debilitar la visión de una Norteamérica unida. El T-MEC enfrenta desafíos significativos, y México deberá prepararse para escenarios que incluyen desde una renegociación de acuerdos hasta una posible transición hacia pactos bilaterales.

“Estamos ante un cambio de paradigma en la política de América del Norte. México tendrá que encontrar coincidencias y estrategias que le permitan sortear los retos y mantener su posición en el panorama regional”, concluyeron.

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