El efecto local TRUMP 2.0
“Cerraremos fronteras para evitar que siga entrando gente”
Donald Trump
Por Luis Felipe García Chávez
El posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera preocupación en muchos sectores, y es importante entender la magnitud de los problemas que podrían surgir para México. Los analistas advierten que su reelección representa una amenaza real para la estabilidad del país, especialmente en temas migratorios y económicos.
Muchos mexicanos que viven en Estados Unidos están angustiados ante la posibilidad de que se restablezca el Título 42, una medida que podría acelerar las deportaciones sin juicio previo. Esta incertidumbre impacta a miles de familias que han construido su vida en el país vecino y ahora temen ser devueltas a México o de ser separadas abruptamente.
El gobierno mexicano por su parte, mantiene su estrategia de cooperación con Estados Unidos, insistiendo en que la relación bilateral continuará de manera estable. Sin embargo, esta postura busca también evitar el pánico entre la población, sin profundizar en los riesgos que podrían presentarse.
En el ámbito económico, las políticas de Trump incluyen la imposición de nuevos aranceles a productos extranjeros, en especial a los de origen chino. Esto podría afectar a México, particularmente en la renegociación del T-MEC en 2026, donde se podría enfrentar una postura más estricta por parte de Estados Unidos en cuanto al cumplimiento de los acuerdos comerciales.
A nivel local, algunas ciudades como Tijuana han comenzado a tomar precauciones. En una reciente sesión de Cabildo, se declaró una emergencia ante una posible deportación masiva, buscando coordinarse con los distintos niveles de gobierno para estar preparados ante cualquier eventualidad.
El impacto de un segundo mandato de Trump no se limitaría solo a la frontera. La mayoría de los municipios del país podrían enfrentar consecuencias directas o indirectas. Es crucial que estos gobiernos locales consideren posibles escenarios adversos y desarrollen estrategias que permitan minimizar los efectos negativos en sus comunidades. En definitiva, la incertidumbre es alta y el margen de acción es limitado, pero la prevención y la planificación podrían marcar la diferencia para enfrentar los retos que podrían surgir en un posible Trump 2.0.