Toluca, Méx.- La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha encendido alarmas en los mercados financieros y en el sector empresarial mexicano, ante la posibilidad de un incremento en los aranceles a productos nacionales. De materializarse estas amenazas, el impacto podría reflejarse en un aumento de hasta 1.2% en los precios al consumidor y un golpe directo al poder adquisitivo, advirtió Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem).
Massud señaló que, además de los riesgos inflacionarios, las empresas enfrentarán un panorama complicado debido a un probable aumento en las tasas de interés, lo que dificultaría las operaciones de aquellas con deudas o insumos importados, especialmente de China, cuyo costo podría incrementarse significativamente.
“Un tipo de cambio elevado y un escenario de desaceleración económica impactan directamente en el consumo. Esto pondría en serios aprietos a las empresas que manejan deudas constantes. Es urgente protegerse mediante créditos a plazo fijo y prever estrategias para enfrentar el aumento de costos en los insumos importados”, explicó.
El reto: proteger las finanzas y fortalecer cadenas locales
Ante este panorama, Concaem subrayó la importancia de medidas inmediatas para mitigar el impacto:
- Fortalecer las cadenas de proveeduría local para reducir la dependencia de insumos extranjeros.
- Establecer esquemas reglamentarios ágiles que atraigan nuevas inversiones.
- Apostar por la digitalización de procesos y el envío de señales claras de estabilidad económica.
Además, el sector empresarial hizo un llamado al gobierno federal para implementar mecanismos de protección financiera tanto para las empresas como para las operaciones públicas, asegurando estabilidad en fondos de ahorro, inversiones y financiamientos.
Un escenario complejo con Trump y un Congreso favorable
El control de Trump sobre el Congreso y la Corte Suprema le otorga un margen amplio para concretar las políticas proteccionistas que no logró durante su primer mandato. Esto pone a México en una posición de vulnerabilidad ante cambios abruptos en las reglas del comercio internacional, especialmente en el contexto del T-MEC.
“Necesitamos más que nunca reglas claras y certezas para mantener el flujo de inversiones y evitar una desaceleración económica que podría ser desastrosa”, enfatizó Massud.
En los próximos meses, el comportamiento del tipo de cambio será un indicador clave para medir el impacto de las políticas de Trump en la economía mexicana. Mientras tanto, el llamado desde el sector empresarial es claro: anticiparse con estrategias sólidas para resistir la tormenta económica que se avecina.