Por César Ortega
Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Medicina Genómica comenzó una investigación que sugiere que el impacto emocional provocado por el sismo del 19 de septiembre que dejó alrededor de 400 muertos y miles de damnificados habría cambiado el ADN de los mexicanos.
Según palabras del líder del proyecto, Humberto Nicolini Sánchez, dicho impacto ha dejado efectos distintos por persona, aunque el denominador común hallado en los resultados obtenidos de un grupo selecto de sobrevivientes del sismo del 19-S es el desarrollo de estrés post-traumático.
Los genes de las personas no cambian por la exposición a un evento traumático, pero existen proteínas que mediante una reacción química pueden añadir una molécula denominada metilo (CH3-) en ciertas partes del material genético.
En cierta medida, esta molécula “tapa” los genes e impide que la maquinaria celular se una a ellos y los lea correctamente. Este proceso llamado metilación es un proceso epigenético, es decir, está regulado por el ambiente y aunque no cambie lo que está escrito en los genes, sí puede inhibir su actividad.