Ciudad de México.- Condenar el asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, fue la postura de los senadores michoacanos Marko Cortés Mendoza y Laura Esquivel Torres, quienes exigieron a las autoridades una investigación seria, expedita y transparente para esclarecer los hechos y castigar a los responsables.
Solidaridad con el sector agrícola
Los legisladores destacaron que la valentía de Bravo Manríquez al denunciar extorsiones y proteger los intereses de los productores de limón le costó la vida. “Su muerte no solo es una tragedia familiar, sino un duro golpe para todo el sector agrícola y para quienes trabajan el campo en condiciones de riesgo”, señalaron.
Manifestaron además su solidaridad con la familia del líder limonero, sus compañeros productores y con todos los hombres y mujeres del campo mexicano que continúan trabajando pese al clima de inseguridad que enfrentan.
Urgencia de frenar la violencia en el campo
Los senadores hicieron un llamado urgente a autoridades federales y estatales para tomar acciones inmediatas y efectivas que detengan la extorsión y la violencia contra los productores agrícolas, antes de que más vidas sean arrebatadas y comunidades enteras queden devastadas.
“El campo no puede seguir siendo rehén del crimen organizado. Es responsabilidad del Estado garantizar seguridad, justicia y condiciones dignas para quienes lo sostienen”, subrayaron.