Toluca, Méx.- Una ola de escasez de gas LP —el combustible que usa la mayoría de los hogares mexiquenses para cocinar y calentar agua— está generando compras de pánico, filas kilométricas y el temor de que la crisis aún tenga curso en el Estado de México.
Familias y negocios en la línea de fuego
En municipios como Toluca, San Mateo Atenco, Zinacantepec, Calimaya y Tejupilco, los consumidores reportan que las gaseras están cerradas o funcionando a menos del 50 % de su capacidad, obligando a muchos hogares a recorrer largas distancias o aceptar solo un tanque parcial.
Los negocios que dependen del gas para cocinar o calentar están en riesgo: tortillerías, fonditas y pequeñas cocinas de barrio, ya reportan que el desabasto amenaza su operación.
Precio al alza mientras el suministro flaquea
La escasez no solo genera falta de producto, sino también un aumento en el precio. En algunas zonas del Valle de Toluca un tanque de 20 kg se está vendiendo hasta 600 pesos, frente al precio habitual de alrededor de 400 pesos.
Distribuidores locales advierten que la distribución cayó en más del 50 % en zonas clave, lo que agrava la tensión en el abasto.
Causas y efectos: cadena en crisis
Entre los factores reportados se encuentran:
- Camiones de reparto sin permisos o mantenimiento adecuados, lo que impide su operación eficiente.
- Problemas logísticos en la entrega de pipas de Petróleos Mexicanos (PEMEX) hacia el valle.
- Crecimiento acelerado de tomas clandestinas de gas LP en la entidad: en el primer semestre de 2025 se detectaron 106 casos, un aumento del 186 % respecto al mismo periodo del año anterior.
¿Qué se necesita para evitar que el desabasto empeore?
- Las autoridades estatales y federales deben transparentar la causa del problema y presentar un plan claro de normalización.
- Se requiere que los distribuidores informen sobre los niveles reales de inventario y los municipios que sufren de forma más severa.
- Los consumidores deben evitar crear más tensión con compras de pánico que agotan aún más rápido los depósitos.
La crisis del gas LP en el Estado de México dejó de ser un rumor: es una realidad que pone en vilo la vida diaria de miles de familias. Sin una intervención rápida, la escasez podría prolongarse y generar impactos mayores en la economía doméstica y el sector productivo.


