Por: César Ortega
Un grupo de geo arqueólogos conducidos por el especialista Richard Oslisly descubrió reptiles anaranjados mientras realizaban una exploración para hallar restos humanos en cuevas de Gabón, ubicado en la costa oeste del continente africano. El “cocodrilo naranja cavernícola” habita en cuevas y es muy poco común ver a alguno de estos ejemplares a la luz del sol, puesto que la mayor parte de su alimentación depende de los animales pequeños que habitan en el interior.
El primer contacto de Oslisly con el cocodrilo naranja fue en 2010, cuando logró extraer un espécimen de su cueva y comprobó con sorpresa su color, aunque ya en 2008 sospechaba de la existencia de un animal de estas características.
Una de las hipótesis de los científicos sobre la extraña coloración del cocodrilo era su dieta a base de murciélagos color naranja, pero después de análisis más detallados se ha llegado a la conclusión de que la relación entre ambos animales no es alimenticia, sino que tiene que ver con las condiciones en que viven dentro de las cuevas. Una falta de exposición a la luz solar y un proceso de despigmentación efectuado por el corrosivo guano de los murciélagos serían los dos principales factores de este extraño fenómeno.