Por. – Benjamín Bojórquez Olea.
Navolato: la siembra del Dr. Bojórquez…
Cuando el interés colectivo se coloca por encima del interés personal, el gobierno se convierte en una verdadera herramienta de transformación. Esa parece ser la ruta que ha trazado el Dr. Jorge Rosario Bojórquez Berrelleza en su primer año al frente del municipio de Navolato. Su informe no fue una ceremonia protocolaria más, sino la radiografía de una administración que entendió que gobernar no es acumular poder, sino distribuirlo en forma de bienestar, servicios y oportunidades.
Desde el inicio de su gestión, Bojórquez Berrelleza, entre aciertos y desaciertos, recibió un municipio con desafíos profundos: rezagos históricos, infraestructura deteriorada y limitados recursos. Sin embargo, lejos de refugiarse en la excusa, eligió el camino más difícil: planear, organizar y escuchar al pueblo. Su Plan Municipal de Desarrollo 2024–2027 no surgió desde un escritorio, sino desde las calles, colonias y comunidades; desde la voz de los ciudadanos que saben lo que Navolato necesita.
Esa es la diferencia entre administrar y gobernar. Administrar es sostener; gobernar es transformar. Y hoy Navolato empieza a mostrar señales claras de transformación.
Más de 119 obras ejecutadas, con una inversión superior a 69.9 millones de pesos, son la evidencia tangible de un gobierno que no improvisa. Obras que no sólo embellecen, sino que dignifican la vida de la gente. A ello se suman los proyectos estratégicos con respaldo estatal: el reencarpetado del bulevar Roque Spinoso Foglia, la carretera Navolato–El Castillo y la pavimentación 5 de Mayo–Juan Aldama, que representan más de 105 millones de pesos en inversión. En conjunto, estas acciones están sentando las bases de un municipio moderno, conectado y competitivo.
Pero más allá del cemento y el asfalto, el verdadero cimiento del gobierno del Dr. Bojórquez está en su visión social. La reducción del rezago y la marginación no son solo discursos de campaña: son programas activos, con participación ciudadana, comités comunitarios y cabildos abiertos, donde el pueblo tiene voz y voto. Esa es la esencia de un gobierno democrático: no hablar por la gente, sino hablar con la gente.
Otro acierto ha sido la madurez política mostrada en el cabildo. En un tiempo donde la confrontación suele marcar el ritmo de la política nacional, Navolato ha demostrado que la pluralidad no divide, sino que fortalece. El diálogo, el respeto y los acuerdos entre distintas fuerzas políticas son señales de civilidad democrática y de una administración que prioriza el bienestar común por encima de cualquier interés partidista.
El Dr. Bojórquez, además, eleva la discusión hacia una visión de país al proponer una Convención Nacional Hacendaria, con el propósito de revisar la distribución de recursos entre Federación, estados y municipios. Se trata de una postura que va más allá de lo local, una propuesta que exige justicia fiscal sin cargar más impuestos al pueblo. Una voz sensata en tiempos donde la equidad presupuestal sigue siendo una deuda pendiente con los municipios.
En el ámbito del turismo y desarrollo económico, los resultados son contundentes: 14 eventos estratégicos, más de 750 mil visitantes y una derrama económica cercana a los 985 millones de pesos. Navolato ya no solo es el corazón agrícola de Sinaloa; se proyecta como un nuevo polo turístico y cultural del noroeste.
Y detrás de cada logro, hay una figura que encarna los valores familiares y la sensibilidad social: la Dra. Mariela Berumen Bernal, presidenta del DIF Navolato, quien ha convertido la asistencia social en un puente de empatía, fortaleciendo el tejido familiar y comunitario. Su presencia, junto a la del alcalde y sus hijos, representa ese modelo de gobierno humano, cercano y profundamente sinaloense.
GOTITAS DE AGUA:
El mensaje del Primer Informe fue claro: “Navolato está cambiando porque su gente confía nuevamente en el gobierno”. Y esa confianza no se compra, se gana. Se construye con hechos, con transparencia, con cercanía, y sobre todo, con la convicción de que primero está el pueblo.
En tiempos donde la política suele perderse en los intereses personales, Navolato marca una ruta distinta: la del compromiso genuino, la del trabajo silencioso pero firme, la de un gobierno que demuestra que el futuro no se espera, se construye hoy. Porque cuando el interés público guía las decisiones, los resultados hablan por sí solos: Navolato avanza, y con él, avanza la esperanza de un mejor Sinaloa. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos mañana”…
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