María Elena Maldonado

¿Usted cómo le llama a esta permanencia voluntaria/obligada en su casa? La más usada es cuarentena, mal aplicada pues cuarenta días no es el límite de nuestro resguardo, desgraciadamente aún no tenemos fecha para liberarnos para poder usar nuestras calles y reunirnos con los amigos en bares, restaurantes e incluso las casas, podríamos usar  clausura, aislamiento; hibernar quizá podría aplicarse a algunos, ya que es el estado de letargo en el que algunos animales se sumergen durante los meses de invierno. Durante la hibernación el metabolismo de los animales decrece hasta un nivel muy bajo, además de tener una temperatura y una frecuencia respiratoria inferior a lo normal.    Conozco algunos que podrían conseguir ese estado de letargo, incluso fuera de cuarentena.

Preocupa la situación en la que nos encontramos, pero como preocuparnos no abona nada, sólo nos queda acomodarnos  en los días, continuar con el resguardo y volvernos creativos para mantenernos en positivo y emocionalmente saludables a través de entretenimientos como los juegos de mesa, los rompecabezas, las manualidades (puede hacer originales cubrebocas para regalar a los hospitales o a las amistades), un curso de mecánica, pintura, de eso tiene para escoger o mejor  aprovechar el tiempo para aprender algo nuevo, enriquecer nuestro acervo cultural ahora que museos, orquestas, solistas, diversos artistas, editoriales del mundo entero ofrecen en línea una gran oferta gratuita de estas posibilidades. Tenemos claro que lo que no podemos modificar lo tenemos que asumir con actitud positiva, ni para qué hacer la vida de cuadros y si es de los que forman parte y tiene medios o un trabajo para realizar desde su casa, percibe un sueldo seguro y ahora puede dedicarse a aquello que siempre postergo por falta de tiempo.  

Algunos han tomado la  cocina por su cuenta y presumen en redes sociales sus diversos platillos y además es atractivo pues la comida es de los pocos placeres que nos quedan en estos días de confinamiento. Creo que esa parte es peligrosa por aquello de los antojos, los kilos de más, la vida sedentaria. Personas que antes se mantenían en forma en los gimnasios, en las calles corriendo, pedaleando la bicicleta o simplemente caminando, en casa no encuentran la inspiración para ejercitarse y si se dedican a  botanear, les recomiendo que lo hagan con una dieta sana. A veces más que la cantidad, dañan las malas mezclas que hacemos, podemos buscar el balance ideal para entretenernos en ese placer que proporciona la comida, aléjese lo más que pueda del azúcar, la sal, las harinas, los conservadores, los embutidos; sé que es difícil evitarlos totalmente, pero que no se conviertan en el elemento más socorrido de su dieta.    

Esto no es fácil para las personas que ganan al día el sustento, a los que esta pandemia no les permite hacerse de recursos para comer y dar de comer a sus familias, ya ustedes saben la larga lista de oficios, ocupaciones que subsisten de esta forma y no son solo los cuidadores de coches, boleros, músicos, vendedores callejeros, meseros, artistas de bares, teatros, eventos de salones como bodas, bautizos… los restauranteros; muchos sitios que viven de las entradas a sus parques como Xochitla, African Safari ¿Cómo le va dar de comer a los animales?; hay millones de personas que están en circunstancias difíciles. A las asistentes domesticas que viajan en transporte público no las arriesgamos, ni nos arriesgamos, pero si les pagamos.   

Ya se han formado grupos de ayuda, la sociedad civil sale al quite cuando los funcionarios no funcionan. Es ridículo que los ciudadanos se hayan tenido que involucrar en abastecer de caretas, cubrebocas, guantes y otros implementos indispensables a los hospitales del seguro social, incluso llevarles bocadillos para resistir las arduas jornadas que los ocupan el salvar vidas, mientras arriesgan la propia y viven atemorizados por transmitir el contagio a su familia. 

Si sabe de alguno de estos grupos, el que le sea confiable y pueda comprobar que el donativo llegue a sus destino, done eso creara un circulo virtuoso para hacer más llevadera está situación que nunca pensamos experimentar y desgraciadamente con el peor gobierno, uno que se atreve a decir que este virus que ya ha cobrado a esta fecha la vida de 970 y tiene contagiados – en sus informes- a 10,544 mexicanos, le vino como anillo al dedo. 

Donemos, lo que sea ayuda, una bolsa de frijoles, una despensa, $50 pesos son buenos, o menos, o más.  Y lo de hacer cubrebocas, no lo eche en saco roto es la forma más simple de evitar contagiar y contagiarse, úselo siempre que salga y exagere en desinfectar todo lo que entre en la casa, ninguna higiene está de más. ¡Días de salud y paciencia!

emaldonadoballesteros@yahoo.es

 
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