Por Socorro Valdez Guerrero
Por un virus, no se muere, se muere por incompetencia, por insensibilidad, por incapacidad. Por desconocimiento. De negligencia y mentiras. Por inconsciencia y falta de guía, de camino con seguridad. Los tiempos, el calvario de una enfermedad, de un virus que sí mata -cuando no sabes cómo enfrentarlo-, de una situación que amenaza con desequilibro, exigen, claridad, sin prejuzgar los actos de otros, sino los propios. No vivir del pasado, sino enfrentar el presente.
Un presente, que solos, ¡no se puede! Hasta el dolor, la tristeza, se enfrentan, se superan ¡Unidos! Una palabra, es suficiente a veces para no sentirte quebrada, abatida. Ese respaldo mutuo, sin vomitar tu o mi frustración y odio, ¡alienta seguir adelante! Es ¡Unir! ¡No dividir! No clasificar en buenos y malos.
Buenos y malos, sufren. Buenos y malos, mueren. Buenos y malos, padecen. A todos, a todos, ese virus, mata y ayuda a reflexionar para seguir como buenos o malos. Lo malo existe, lo bueno también. Ayudar al desvalido, a aquel que hoy siente odio, dolor, pesar o simplemente no le importa lo de otros, es lo que nos lleva a superar tragedias.
Ese virus, nos da también lecciones de vida. Se aprende del sufrimiento, se enseña con dolor. Hay buenos y malos, y ¿nosotros, de cuáles queremos ser, qué somos, y cómo actuamos? Eso es lo que hoy debemos preguntarnos, de ¿¡Cuáles queremos ser!? De los que sólo critican a otros, y estamos pasmados.
De los que guardan silencio convencieron, de los que difunden mentiras. De aquellos que están bien, y no importan los que están mal. De los que en esa comodidad ignoran a otros. ¿Cómo queremos actuar? Pensar por el otro, puede salvar más vidas que el egoísmo. Puede llevar a cambiar formas y fondos.
Hoy me pasó a mi, y sé que también a tí. Mañana puedes ser tú, sí tú que simplemente estás ahí, o aquel que es títere y defiende a quien no hace nada por ¡Nosotros! Por tu familia. Yo no voy a esperar más muerte que me enlute, ¡va por tí! Sí, ¡Va por tí! No caerme, y ayudar a otros. Impulsar y buscar que esos, esos que hoy tienen la obligación de proteger, ¡lo hagan!
Hermano, tu que ni estadística por COVID fuiste, porque ni siquiera, aunque debían, el IMSS, el ISSSTE y menos la Secretaría de Salud, supieron que esa fue la consecuencia por lo que falleciste. Tampoco saben si estamos contagiados, pero pero ni tú ni ellos, que hoy son sólo un número, pasarán en vano, porque desde mi humilde trinchera, aún abatida, seguiré de pie y de frente. Hay mucho que ayudar a otros, denunciar y exhibir, porque simplemente, somos más que esas mierdas deshumanizadas.