Primero Editores / Ingrid Ahumada

Toluca, México.- Padres de familia recurren a la compra de artículos robados ante la falta de empleo y dinero sobre todo de celulares, todo para asegurar el acceso a la educación de los pequeños, no obstante, lo barato sale caro pues después de su compra los mismos les duran un par de días debido a algún defecto o porque son bloqueados y se vuelven inservibles.

Tal es el caso de Jose Luis Corral, padre de cuatro pequeños, dos de ellos cursan la primaria en Santa María Del Monte, Zinacantepec, quien ante la necesidad de asegurar el acceso a las clases y la realización de tareas y al contar solo con un celular en casa, acudió al “Piojo” en Toluca, donde adquirió un celular de la marca LG por 750 pesos y un Alcatel en casi 400.

En entrevista, indicó que el primer celular a los tres días dejó de funcionar debido a que al ser de procedencia ilícita fue reportado como robado y posteriormente bloqueado por completo.

Lamentó el gasto en el equipo debido a que trabaja como albañil y después de que el trabajo estuvo parado por la pandemia por COVID-19,compró los celulares con el dinero de su primer pago a su regreso a la construcción.

Contó que en su comunidad, los jueves y domingos llegan temprano a la plaza principal personas que acuden a vender productos usados y robados a costos muy bajos, ahí encontró una tableta electrónica con la pantalla estrellada, misma que adquirió en 300 pesos sin conocer lo caro que saldría arreglarla.

“Ya era la urgencia de tener algo para las clases, la lleve a la plaza de la tecnología y me dijeron que mínimo 500 pesos, pero ya es mucho gasto ahorita, mínimo sirve aunque esté estrellada la pantalla y ahí siguen las clases mis hijos y ya es algo”.

La lección fue grande y aseguró que pese a la necesidad y urgencia, optará por adquirir los equipos en lugares confiables, aunque salgan más caros y deba realizar pagos a meses.

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