Por Aldair Leandro González

Con 33 metros de altura, la escultura de la Virgen de Guadalupe ubicada en el paraje turístico “El Ahuehuete”, colindante al Santuario de Chalma, es la efigie más grande de Latinoamérica.

Antes de que el turista suba los 640 escalones para contemplar la imagen, un guía da consejos a los turistas durante su estancia, como respetar las áreas e instalaciones, subir con fe, y abstenerse de comportamientos que falten respeto a la espiritualidad del lugar.

En una empinada subida es evidente el cansancio de los peregrinos, pero eso es parte de la penitencia, según afirmaron los fieles, quienes si lo desean, hay un lugar de descanso a la mitad del recorrido.

Una vez en la cima la vista es espectacular, y se puede contemplar la imponente estatua elaborada por el escultor Víctor Gutiérrez, que con 10 meses de arduo trabajo, esculpió este atractivo turístico de bronce, que tiene 33 metros de alto, 11 de ancho y pesa 110 toneladas.

Con estas medidas sobrepasa a la Virgen de 30 metros que se encuentra en Huatusco, Veracruz y a la escultura de 23 metros ubicada en Xicotepec, Puebla.

Este 12 de diciembre se cumplieron dos años de la apertura del santuario, ya que fue inaugurada en febrero de 2017 por la administración en turno, durante el mandato de Eruviel Ávila Villegas y el cardenal Carlos Aguiar Retes.

Este conjunto escultórico ayuda a preservar y elevar el turismo en la zona, ya que este santuario religioso es el más visitado en el Estado de México y el tercero en el país, luego de la Basílica de Guadalupe y San Juan de los Lagos en Jalisco, porque recibe más de 6 millones de personas al año.

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