María Elena Maldonado

Estamos en la recta final del camino para salvarnos y esto no es una exageración, el país se desangra por la violencia, por el desabasto de medicinas, la contaminación nos invade, la pobreza crece, los inversionistas huyen, la corrupción, la ineptitud, el nepotismo, el influyentismo está por todos lados. El “hombre” que prometió a los pobres un país con menos carencias, las ha acentuado, no sólo no las ha disminuido las ha acrecentado.

Desde un discurso absurdo, en donde se atreve a decir que no secuestran a los pobres, ¿invita a todos a serlo? además está poco enterado pues los delincuentes no perdonan a nadie, hasta en las clases menos favorecidas suceden toda clase de delitos, entre ellos el secuestro, piden sumas que podrían sonar ridículas para algunos, para ellos son enormes y tendrán que reunirlas para el rescate de su ser querido.

Propone que nuestras aspiraciones sean vivir con un par de zapatos ¿para qué queremos más?, por sentido común deberíamos aspirar por lo menos a tres pares, digo por aquello de que con las lluvias se mojen y haya que ponerlos a secar, se rompan su suela o se descosa alguna de sus partes por el diario desgaste. Ya no pensemos en frivolidades como salir a la moda o bien combinados, eso será para sus amigos Ricardo Salinas Pliego, Carlos Slim, Riobóo…  funcionarios como Bartlett, Ebrard, los Monreal, Barbosa… que usan relojes de oro y piedras preciosas cuyo precio daría de comer a una familia de cinco miembros dos años.

Sus hijos que hoy gozan de un  enriquecimiento inexplicable  tienen dos empresas que valen muchos millones de dólares, viven en el extranjero, pasean en aviones, yates particulares, comen en lujosos restaurantes y usan muchos pares de costosos zapatos entre otras elegancias que el pueblo bueno no tiene acceso ni a ver, muchísimo menos a disfrutar.

Ah y el hijo pequeño en sus vacaciones asiste a campamentos de 3,500 dólares (70,615.55 pesos mexicanos) y todos se atienden con médicos particulares, el cardiólogo de López es un cubano que viaja desde Miami para revisarlo -imaginen lo que nos cuesta- nadie de ellos sufre por el desabasto de medicinas y sus guardarropas no son austeros, como no lo son sus despensas, sus refrigeradores sus comidas en restaurantes que por cierto cargan a gastos de representación al igual que los viajes y consumos de su diario acontecer.

No es que esto sea nuevo, todos lo han hecho, es la mentira, el engaño a esos que él ve como inferiores a los que no les quiere mejorar el destino sólo darles de comer como a las mascotas y por supuesto que a cambio quiere su voto.

Un tipo que desapareció 5,542 Comedores Comunitarios, las estancias infantiles y para personas con discapacidades, los refugios para mujeres, el Seguro Popular, terapias para diversos tratamientos post operatorios…  que porque no ayudaban a la gente -todos sabemos las miles de quejas de personas que si recibían estos apoyos y de pronto se quedaron en el desamparo. 

Anunció que después de la “limpia”, iba a presentar un informe de cómo se manipulaban los programas sociales y hasta hoy no hay ningún informe ni acusación, incluyendo la cacareada corrupción por la que cancelo el mejor aeropuerto de latino américa por una central avionera que jamás funcionará internacionalmente y nos dejo con una deuda de 210 millones 875 mil dólares –equivalente a 4 mil 650 millones de pesos– en 2020, que se perfila cada año para llegar a un monto de 90 mil 68 millones de pesos.

Estas obligaciones financieras pesan sobre el AICM que durante 2020 tuvo una pérdida neta de mil 180 millones de pesos por la caída de 47 por ciento en los ingresos por la pandemia de Covid-19 y hoy no hay presupuesto ni para su mantenimiento.

El Coneval en su informe del 9 de febrero del 2021 calcula 70,9 millones de pobres, el 56,7 % de la población. El desempleo en México crece en más de medio millón de personas en un año, la tasa de informalidad aumenta un 7,7% respecto a abril de 2020, cuando la pandemia asestaba el primer golpe a la economía mexicana.

Y ni hablar de los capitales saliendo del país, la ausencia de inversionistas extranjeros por las ocurrencias del tabasqueño, combustibles fósiles que todo contaminan, la selva tabasqueña devastada, el tren maya desplazando con violencia a los pueblos originarios, depredando la selva.

Los siervos de la nación haciendo propaganda electorera, sembrando vida un desastre para los ecosistemas, corrupción por todos lados, se otorgan contratos sin licitaciones, la impunidad es la regla del juego, la extradición de Lozoya convertida en una burla, silencio total con los responsables de la Línea 12, la profunda investigación sobre los desaparecidos de Ayotzinapan sigue igual… las instituciones ciudadanas, la educación…  

No se en donde ven los alegres números sus seguidores, me impresiona los dos mundos disímbolos que percibimos, considero sin pretensión de ofender que cualquiera con neuronas funcionales no puede ver esto positivo, me levanto con temor de enterarme una nueva insensatez del hombrecito.

En una publicación encontré un tipo burlándose de Diego Fernández de Cevallos porque suplicaba a electorado que no le diera su voto a morena ni los partidillos remoras. Yo como él y cientos de personas, también suplico por nuestra gente, por nosotros y por ende nuestro país, que equilibremos el congreso, antes que sea demasiado tarde para quitarnos de encima lo más pronto posible el lastre de un régimen destructor que ya nos llevo a lo peor de nuestro pasado y nos ha alejado por varios lustros de lo mejor de nuestro futuro, no permitamos que se extienda la catástrofe.  

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