Por Carlos Z. Cadena  

Chiapas: Regreso presencial, será voluntad de los padres de familia

Aunque nunca se vaya a reconocer una culpa o de que la regué, mucho menos que me informaron mal, lo cierto es que ayer prácticamente el Presidente López Obrador, le bajo volumen en su “mañanera” a su pretendida llamada de regreso a clases presenciales que prometió el 24 de julio en Veracruz, con un tajante “Vamos a reiniciar las clases, va a iniciar el nuevo ciclo escolar a finales de agosto, llueva, truene o relampaguee. No vamos a mantener cerradas las escuelas, ya fue bastante”. El jefe del Ejecutivo aseguró en esa ocasión y ha sido reiterativo que México junto con Bangladesh es el país que más tiempo lleva con las escuelas sin actividades presenciales.  

Desde el 23 de marzo de 2020, las clases presenciales en México fueron suspendidas por la primera ola de contagios de COVID-19. Las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) aseguraron que el regreso a las aulas se daría solo cuando las entidades estuvieran en color verde en el semáforo epidemiológico, pero vino la segunda ola, y volvió a desconcertar en todo el territorio nacional.  Inclusive en 2021, al principio de año, algunas entidades reiniciaron clases presenciales; sin embargo, tuvieron que ser suspendidas debido al incremento de los casos positivos.

En las últimas dos semanas el presidente López Obrador se ha pronunciado en repetidas ocasiones a favor del retorno a las aulas, pero no previó o no lo previeron que venía una tercera ola más agresiva en contagios, y con una variante cepa denominada DELTA, que no solamente contagia a los adultos mayores, sino que está contagiando a jóvenes en su mayoría y muchos niños, lo que ha provocado un temor y desconfianza  a nivel nacional de los padres de familia que se rehúsan a mandar a sus hijos a las escuelas. Y decimos que no lo previeron al Presidente de México, porque en la India la variante ya había aparecido con ese demoledor fenómeno del contagio. Ya se acordaron.  

Todo se tenía preparado, donde el argumento era que había  más contagios, pero que menos gente se está muriendo, y que las vacunas son muy efectivas, porque además los que se contagian les pega la enfermedad muy leve, y lo cierto es que había argumento de defensa para todo, el país empezó a desdoblarse en grandes polémicas y debates desde la frontera norte hasta la frontera sur, lo que se había anunciado con “el llueva, truene o relampaguee, se tiene que regresar a clases”, desde ayer martes, empezó aflojar en sus pretensiones, al grado de decir que la carta responsiva la hicieron sin que él estuviera informado, y que nunca la hubiera aceptado, una carta responsiva donde la firmarían los padres de familia, recayendo la culpa en ellos, sobre cualquier situación complicada que le ocurriera a sus hijos. Esta historia fue la que provocó un desbarajuste y galimatías en todo el país, por la tontería de la carta responsiva.  

AMLO no solamente contradijo a la SEP, sobre la carta responsiva, sino que dijo que no es obligatoria “fue una decisión de abajo” y se preguntó: ¿Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta?, pues no. Fue una decisión de abajo. Si me hubiesen consultado hubiese dicho no, prohibido prohibir”, dijo el mandatario en referencia a la carta que solicita la SEP para regresar a clases.  Luego, insistió en su mensaje varias veces de que el regreso a clases presenciales es voluntario y que va a continuar el programa de educación en línea y a distancia mediante las televisoras.  

Por otra parte, también la SNTE, donde un grupo jerárquico apoyaba el regreso a clases presenciales y que fueron a decirlo hasta en La Mañanera, también empezaron a recular advirtiendo a través de las redes sociales ayer, que serán los padres de familia que tengan   la última palabra de enviar o no a sus hijos a las aulas el próximo lunes 30 de agosto y no el Magisterio. Lo cierto es que ayer todo mundo ya había aceptado que lo mejor y para evitar cualquier situación de exponer la vida de los niños mexicanos ante este contagio peligroso de la cepa DELTA. Como que se hizo más conciencia de que en efecto los niños se encuentran en riesgo ante una situación de dejar que regresen a clases presenciales mas allá de que si se están enfermando o afectando por la sociabilización con sus compañeritos.    

Lo cierto es que este reacomodo de acciones refleja la creciente preocupación que existe dentro de Palacio Nacional por la forma como la tercera ola de la pandemia está pegando en México. Se ha dicho también que el presidente López Obrador soslayó las advertencias que le hizo el propio López-Gatell sobre la forma como la variante Delta representaba el 29% de los contagios hace un mes, e ignoró lo que le informaba. Caído de la gracia presidencial, López Obrador optó por no escucharlo a López Gatell, en lugar de cesarlo, que puede ser interpretado como un nuevo error presidencial, con el sólo propósito de cuidar su narrativa donde la equivocación es una palabra que no existe en su vocabulario. (El Universal)    

En Chiapas, la polémica del regreso a clases Presencial, también ha entrado a una polémica lucha donde la mayoría advierte que no es bueno el regreso a clases, y hasta llaman de asesinos a los que conspiran para el regreso a clases,  y quedar bien con el Presidente López Obrador, que ya dio un paso atrás prácticamente desde ayer. Chiapas desde que comenzó la primera ola, siempre ha sido una entidad polémica por sus indicadores que siempre también no “cuadran” con el número de fallecidos, y donde desde el centro del país, lo miran verde, pero quienes vivimos en Chiapas, lo podemos ver color naranja, amarillo o rojo pero menos verde, pero será el tiempo quien ajusticie estos yerros de fallecimientos que han existido en Chiapas queriéndole jugar a que Chiapas no solamente sea siempre color verde, sino que sea el estado y así lo configuraron desde la primera ola y la segunda y ya no se diga en esta tercera ola, de que la tenían ex profesamente para ser la primera en el regreso a clases y fue hasta el gobernador de Michoacán Silvano Aureoles, que denunció a nivel nacional de que al pueblo chiapaneco se le venía  engañando con el número de muertos y fue que ya no lo aventaron al carril de regreso a clases en la segunda ola, sino que fue Campeche. Ya se acordaron.  

Pero la más grande irresponsabilidad e ineptitud que todavía sigue enterrada perversamente es que a Chiapas, aparezca rezagado hasta el último lugar en vacunación y se tenga que enviar a un funcionario federal como lo es el titular del IMSS, Zoe Robledo a sacar el barco hundido para ponerlo a que navegue, porque no era posible que sí  íbamos  diariamente en una conferencia con López Gatell, a la par de la información, de pronto digan que estamos en último lugar en vacunación los chiapanecos, entonces sí  privó la irresponsabilidad,   y el propio Presidente López Obrador reconoció que había sido por una mala planeación  la que produjo ese rezago, . ¿Y quiénes fueron los malos planeadores, que deberían responder a sus actos por omisión e irresponsabilidad?  La salud no es un juego, Dixe.  

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