Por Socorro Valdez Guerrero
¡Persecución! Laboral que no cesa.
Promesa presidencial que se incumple.
¡Violación! A derechos laborales, clima hostil y ¡Fallecimientos! De personal.
Diez ¡Muertos!, luto familiar y trabajadores, vilmente despedidos.
Maniobra de cambios en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) con rostro ¡Femenino! Que lastimó a clase trabajadora. Sin importar el luto laboral.
IMER, en crisis con directoras -Aleida Calleja Gutiérrez y Elia Soledad Baltazar- de especialidad en ¡Despidos injustificados!
Abusos y exceso hasta contra personal de limpieza.
Todos ¡Estorbo! Para los nuevos propósitos de la radio del Estado.
Gremio de profesionales de la comunicación, de trayectoria y servicio, vilipendiados y humillados.
Medio del Estado que desvía y sesga finalidad a sólo ¡Cotos de Poder!
Radio convertida en mera difusora comunitaria de ¡Ayotzinapa! Y de ¡Cuarta!
Acciones de violencia laboral, que empuja a la ¡Injusticia!
Evidencia de prácticas iguales a lo que sucede en la agencia de noticias, Notimex.
Excesos a los derechos humanos, tan trágicos y lamentables como ese episodio de estudiantes del magisterio en Iguala, Guerrero.
Ni justicia ni freno, sólo abuso de poder y ¡Luto! En diez familias, cuyos empleados, murieron porque los obligaron a trabajar durante la crisis del COVID.
¡Luto! Y desapariciones que no se ¡Olvidan! Como tampoco en Ayotzinapa.
Directivas, algunos sin nivel académico, otros, con alto nivel, ¡de abuso laboral!
Acoso permanente contra el gremio periodístico, con impacto ¡Funesto!
Tiranía de mandato estatal, que incluye tráfico de plazas e imposición de cargos.
Quejas y denuncias con omisiones, ceguera y auditiva en la Secretaría del Trabajo, la Función Pública, los tribunales laborales y hasta en la Fiscalía General de la República.
Un IMER que desconoce la labor de hasta tres décadas de servicio, con argucias, amenazas, rescisiones de contrato y fulminantes ¡Ceses!
Un IMER, convertido en refugio del terrorismo laboral, sin propósito social.
Dirección, de disfraz femenino que abusa del género contra los que sirven al Estado.
Un audio que es olvido del compromiso presidencial, que tendría que ser de mandato y sólo es de ¡Violación laboral!