• La nueva cepa llamada “Omicron” es potencialmente más contagiosa.  

Por Angélica Rangel  

Una nueva variante de COVID-19, potencialmente más contagiosa y con múltiples mutaciones (más que la variante Delta), ha sido detectada en Sudáfrica, que puede enfrentarse a una nueva ola pandémica, informaron científicos el día de ayer (25 de noviembre).  

Este viernes la alerta se ha encendido en el mundo, luego de que la Organización Mundial de la Salud nombró “Omicron” a la nueva variante B.1.1.529. El Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del SARS-CoV-2 de la OMS calificó a dicha variante como “de preocupación”, ya que “presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes”.  

La Organización Mundial de la Salud define una variante “de preocupación” cuando se ha demostrado que está asociada a uno o más de los siguientes cambios:  aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de COVID-19; aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; o disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de las pruebas diagnósticas, las vacunas y los tratamientos disponibles.  

“Las pruebas preliminares sugieren un mayor riesgo de reinfección con esta variante, en comparación con otras que también son de preocupación”, indican los expertos de la OMS.  

De acuerdo con el informe de dicho organismo, esta variante se notificó por primera vez a la OMS desde Sudáfrica el 24 de noviembre, mientras que la primera infección confirmada por dicha variante de la que se tiene constancia procede de una muestra recogida el 9 de noviembre.  

“En las últimas semanas, las infecciones han aumentado considerablemente, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529. El número de casos de esta variante parece estar aumentando en casi todas las provincias de Sudáfrica”, explica la OMS.  

Según los primeros hallazgos en el laboratorio, esta variante no cuenta con uno de los tres genes diana (lo que se denomina abandono del gen S o fallo de la diana del gen S) y, por tanto, la OMS considera que la prueba PCR “puede utilizarse como marcador de esta variante, a la espera de la confirmación de la secuenciación”.  

Sin embargo, los expertos muestran su preocupación argumentando que podría tener mayor transmisibilidad que las variantes anteriores como la Delta: “Utilizando PCR, esta variante se ha detectado a un ritmo más rápido que las anteriores oleadas de infección, lo que sugiere que esta variante puede tener una ventaja de crecimiento”.  

Ante esta nueva variante, países de la Unión Europea han decidido prohibir vuelos con salida o destino a Sudáfrica y otros seis países africanos por temor a que se propague por esas rutas.  Las restricciones afectarán a Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Mozambique y Zimbabue y se aplicará “durante catorce días”, por el momento.  

Esta decisión coincidió con el primer caso en Europa de un paciente contagiado con la nueva variante Omicron. Se trata de una mujer de origen belga con síntomas de coronavirus que regresó de un viaje a Egipto hace 15 días.  

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