María Elena Maldonado
Alguien se ha puesto a analizar la eterna frase en la propaganda de morena ¿Esperanza de qué o para qué? Dejar abierta la espera de tiempos mejores que nunca llegarán, quizá haya muchos ingenuos que estén en esa espera de tiempos mejores, mientras la realidad va en sentido contrario, pues todo lo que veo es corrupción, pobreza, enfermedad, violencia, inflación, desabasto, ignorancia.
Ayer asistí a una convocatoria en la entrada al jardín Botánico Netzahualcóyotl que se encuentra en el Bosque de Chapultepec, para protestar por la destrucción de este espacio, ya que quieren instalar un museo, proyecto que viene de la presidencia, otra obra “espectacular” para crear el parque artístico cultural más grande del mundo, poniendo a la cabeza a un tal Gabriel Orozco. En un flagrante falta de respeto, igual que en todas sus obras destroza en su camino bienes privados y patrimonios públicos, sobre todo contra la naturaleza. Este espacio de 52 mil metros cuadrados con decenas de ahuehuetes, fresnos, más de 300 variedades de especies exóticas y un orquideario les gusto para pasarle por encima.
Para los defensores del Bosque, -con los que todos debemos unirnos- la prioridad es la conservación y protección del Jardín Botánico, que entre otras cosas reduce el impacto de la degradación climática que requiere de árboles, flora y fauna. Además de la captación de agua que ejercen sobre el área en beneficio de la especie humana y el mismo bosque en un círculo virtuoso que ha todos beneficia. Pedimos su participacion, por lo pronto vamos a estar este próximo domingo a las 12 del día en la entrada del Jardín Botánico, sigan las acciones en la página de Facebook “Yo defiendo Chapultepec”
Tenemos claro que los proyectos destructivos de la cuarta tienen que ver con su pretensión de dejar una huella imborrable, si es por eso, habrá que avisarles que ya la han dejado, jamás olvidaremos su paso en la historia de México como un tiempo de horrores ciertamente agravado por la pandemia de covid 19 y un “gobierno” incapaz de manejarla adecuadamente, lo que devino en un exacerbado número de muertos que crece diariamente. Oficialmente hablan de 245 mil muertes al 28 de noviembre del 2021, pero incluso ellos reconocen que hay un 61.4% más –otras fuentes hablan de multiplicar la cifra oficial por tres- lo que coloca a México en el segundo país con más muertes a nivel mundial, sólo detrás de los Estados Unidos.
Las últimas noticias anuncian una cuarta ola de contagios con Ómicron una nueva cepa altamente contagiosa, los científicos aun no tienen claro si va a desplazar a Delta, pues la nueva variante presenta más de 30 mutaciones en la parte del virus a la que se dirigen las vacunas disponibles. Mientras este peligro se anuncia, el tabasqueño invita –burócratas obligados a asistir- a reunirse en el zócalo para celebrar sus tres años en la presidencia, el dictadorcillo requiere de alabanzas, en un país en el que la vacunación aún deja mucho que desear.
Habrá que sumar las muertes por otras enfermedades provocadas por el desabasto en medicamentos, la Asociación mexicana de ayuda a niños con cáncer en el Estado de México AMANC reporta que del 11 diciembre de 2019 al 11 diciembre de 2020 se registraron 2.190 decesos de menores de edad y que la cifra de muertes en los últimos tres años oscila entre los 5.000 y 6.000 niños.
En el tema de la violencia, de diciembre de 2018 a septiembre de 2021, suman más de 100 mil 300 víctimas en el país, de las cuales 99 mil 569 son homicidios dolosos y más de 2 mil 800 feminicidios, según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, mucho más del doble durante el mismo periodo con el Presidente Felipe Calderón (30,572) el mayor número de muertes desde la Revolución mexicana.
De las 50 ciudades más violentas del mundo hay 18 en la República Mexicana. José Antonio Ortega Sánchez del Consejo –ciudadano para las Seguridad Pública y la Justicia Penal indicó que es necesario ”abatir la impunidad, enfrentar a las milicias privadas de los grupos criminales, ejecutar todas las órdenes de aprensión, investigar, perseguir y castigar a todos los responsables de los homicidio y especialmente de los delitos violentos. Se dijo preocupado porque “la política pública que está aplicando López Obrador, no es la adecuada, se le atribuye improvisación, negligencia y estrategias equivocadas.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a partir de 2015 se modificó la forma para contabilizar los crímenes en el país. Una de las diferencias fue que se separó de los casos de homicidio doloso aquellos asesinatos de mujeres por razón de género (feminicidios). Por otro lado Rosa Icela Rodríguez, titular de la SSPC, se adjudica el nuevo sistema, señaló que “este delito se empezó a tipificar con una metodología clara a partir de 2019, ya como parte de la atención especial a los delitos de feminicidios, empiezan a hacer esto las diferentes fiscalías estatales”.
Habría que contabilizar muertes por comportamientos irresponsables de este régimen como la contaminación. Un par de ellas considerada por ecologistas y el propio ex secretario de Medio Ambiente, Víctor Toledo, -separado de su cargo por críticas a la 4T- como uno de los seis infiernos ambientales del país; la cuenca de Tula es un sitio donde la contaminación se huele al menos desde un kilómetro de distancia y se distingue más lejos, por las columnas de humo grises y ocres que parecen colgarse del cielo.
Y ahí, bajo esas nubes tóxicas, la “Refinería Miguel Hidalgo de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son como una de las cámaras de ese averno. Una descripción que nos ofrece el veneno que ahí se produce. Hay más, pero con eso ustedes pueden formarse una sólida idea de lo que sucede. emaldonadoballesteros@yahoo.es