• El presidente Pedro Castillo firmó el decreto y añadió que se conformará un comité de crisis para enfrentar dicha emergencia. 

Por Angélica Rangel 

Perú decretó una emergencia climática después de anunciar que 21 playas de la costa del Pacífico están contaminadas tras el derrame petrolero del sábado en una refinería administrada por Repsol, luego de oleajes originados tras la erupción de un volcán submarino cerca de Tonga.  

El presidente de dicho país, Pedro Castillo firmó el decreto desde una de las playas más contaminadas de Lima y añadió que se conformará un “comité de crisis” que “planteará acciones concretas” para enfrentar la emergencia que vive el país. El decreto firmado buscará regular el cambio de la matriz energética y otros aspectos como la justicia ambiental, la deforestación y la educación.  

La primera ministra Mirtha Vásquez, presente en la ceremonia, indicó que la empresa Repsol se comprometió a entregar un cronograma de limpieza, a incorporar a los pescadores artesanales en las tareas de limpieza en las playas y a entregar canastas con alimentos a las familias afectadas.  

Vásquez indicó que Naciones Unidas enviará un equipo de expertos en desastres ambientales que asesorará a Perú a enfrentar el derrame de petróleo que el país ha calificado como el “peor desastre ecológico en los últimos tiempos”. 

A horas recientes del desastre, el Ministerio de Salud recomendó a la población no acudir a 21 playas de la costa del Pacífico afectadas por la contaminación porque existe un “grave riesgo para la salud” de quienes asistan y pidió a las autoridades municipales restringir el uso de estas zonas hasta que se encuentren limpias.  

El derrame se había extendido el jueves por más de 4 kilómetros en el litoral del país que posee unos de los mares más ricos en biodiversidad del mundo.  

Las autoridades indican que un buque de bandera italiana derramó el sábado 6 mil barriles sobre el Pacífico frente a la refinería La Pampilla, administrada por la española Repsol.  

En los últimos días activistas ambientales han recogido aves marinas manchadas de petróleo o muertas por el derrame.  

Sin embargo, la empresa niega cualquier responsabilidad y dijo que el derrame ocurrió luego de que, tras consultar a la Marina de Guerra, esta institución no brindó ninguna alerta de tsunami y por este motivo, el buque continuó descarando petróleo a su refinería, por lo que el oleaje provocó el desastre.  

Perú ha pedido a Repsol resarcir el daño de inmediato que ha afectado a la fauna y flora marina peruana, así como a cientos de pescadores y sus familias que se han quedado sin trabajo.  

Recordemos que la erupción del sábado en Tonga provocó oleajes en Perú, el mar se salió en una playa e inundó restaurantes, mientras en otra playa dos mujeres murieron arrastradas por las olas. 

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