La devolución se da como parte del esfuerzo de algunas instituciones para cumplir con la ley federal que exige devolver a las tribus artículos saqueados de lugares de enterramientos sagrados. 

Por Angélica Rangel 

Era la mañana del 26 de febrero de 1860 cuando los miembros más vulnerables de la tribu Wiyot fue masacrada por una banda de hombres blancos se coló en sus aldeas del norte de California mientras dormían. 

Muchos de los niños, mujeres y ancianos brutalmente asesinados, en lo que se conoció como la Masacre de la Isla India, tuvieron su eterna repercusión cuando sus tumbas fueron excavadas más tarde y sus esqueletos y artefactos enterrados con ellos fueron colocados en un museo.  

Después de casi 70 años del saqueamiento y separación de su tribu, los restos de al menos 20 de los que se cree que fueron asesinados a sangre fría fueron devueltos a la tierra donde nunca debieron irse. 

“Van a estar en paz y descansar con nuestros otros antepasados”, dijo Ted Hernández, el oficial de preservación histórica de la Tribu Wiyot, el martes después de que se anunciara la repatriación. “Podrán reunirse con sus familias”.  

Esta devolución es parte de un esfuerzo de algunas instituciones para cumplir mejor con la ley federal que exige devolver a las tribus los artículos saqueados de los lugares de enteramiento sagrados.  

Los huesos del Wiyot se recuperaron en 1953 después de ser descubiertos cerca de donde se construyó un embarcadero a las afueras de la ciudad de Eureka, a 362 kilómetros al norte de la ciudad de San Francisco, según un aviso del 2021 en el Registro Federal.  

Un equipo de la Universidad de California, Berkeley, recolectó los restos y los almacenó con 136 artefactos enterrados con ellos, principalmente cuentas y adornos hechos con conchas, una punta de flecha de un fragmento de botella rota, una plomada para una pared de pesca, herramientas de hueso y un diente de alce.  

Comentarios

Comentarios