Por Socorro Valdez Guerrero
Heridos, muertos, culpables, incertidumbre y desconcierto, realidad que rebota como ese balón de cancha ensangrentada, sin respuesta ¡Convincente!
Vergüenza deportiva internacional, exhibición interna de podredumbre social, de frustración desbordada.
¡Sangre! Negativa de ¡Muertos! De cuerpos inertes, que aseguran, son sólo heridos.
Ocultan, paralizan acciones, ¡Omiten! Decisiones y sólo ¡Escupen! Lamentos.
Tristeza, horror, juventud desquiciada, asesinos ¡Poténciales!
Familias con miedo. Desaparecidos.
Heridos de denuncia y evidencias grabadas: “¡Sí hay muertos!”
Actos sangrientos, abusos y violencia que desquicia, que empujó a la ¡Muerte!
Pasión homicida, sin aclaración, y absurdo silencio oficial, de dantescas imágenes, de odio desbordado y descomposición humana.
Tierra queretana de héroes, de emisión y promulgación de Carta Magna, que rige derechos, y que viola obligaciones.
Estadio “La Corregidora”, que sepulta heroísmo femenino para evidenciar ¡Cobardía! Juvenil.
Versiones encontradas, la oficial, la de víctimas y aficionados, que revelan más de 22 muertos, para ellos, afirmar en lo oficial, son “sólo ¡Heridos!”.
Un gobernador queretano que ante desquiciamiento social, da la cara un día después, descompuesto, enojado.
Otro, que se une a él y sólo envía transporte aéreo, con silencio, igual que el
presidencial, al que también acusan, de orquestar lo que se descontroló.
Un legislativo y hasta juez, sólo para condena, para desgarre de vestiduras, sin ¡Castigos!
Sin nombres ni apellidos de ¡Culpables!
Familiares desesperados, en búsqueda de aquellos que se fueron sólo a un partido de fútbol, y ayer los vieron inertes, desnudos y ensangrentados.
Día de violencia, de exigencia, respuesta de ¡Silencio! Y hasta duda de posible ¡Conspiración!