Ciudad de México.- Al presidir la clausura del Diplomado de Formación de Facilitadores para el Trabajo con Hombres en la UNAM, el rector Enrique Graue Wiechers llamó a erradicar la violencia machista y la cultura patriarcal. “No va a ser una labor sencilla, pero es algo que urge hacer”.

De acuerdo con la CEPAL, dos de cada tres mujeres en Latinoamérica han sufrido alguna forma de violencia de género por parte de los hombres y esto no debe seguir así, expresó en la ceremonia efectuada en la Torre de Rectoría.

Luego de felicitar a los 45 graduados de esa actividad académica, Graue Wiechers les reconoció su empeño y entusiasmo, y aseguró que cuentan ya con herramientas, metodología e instrumentos para identificar la cultura patriarcal, procurar desarraigarla y hacer un cambio importante para incidir en los demás. “El que hayan tomado el diplomado es de inmenso valor para la Universidad”.

En su oportunidad, la coordinadora para la Igualdad de Género (CIGU) de la UNAM, Tamara Martínez Ruíz, explicó que los graduados comprometidos iniciarán un trabajo para organizar grupos de hombres universitarios que reflexionen críticamente sobre aquellos mandatos culturales de la masculinidad que obstaculizan la igualdad de género y que se relacionan con comportamientos de violencia que permean todas sus relaciones con hombres, mujeres y personas sexodiversas.

Se manifestó por la escucha empática que da inicio a la reflexión crítica, la cual nos puede llevar a construir otras formas de relacionarnos y comprendernos, inclusive a nosotros mismos.

Recordó a la escritora y feminista Rita Segato, quien afirma que la violencia es un problema de los hombres, no de las mujeres, pero lacera a las mujeres. Por ello, el Programa Integral de Trabajo con Hombres (PROITH) es una de las estrategias dirigidas a garantizar la igualdad de género y la existencia de espacios universitarios libres de violencia; el diplomado forma parte de este.

Benno George Álvaro de Keijzer Fokker, académico de la Universidad Veracruzana y coordinador del PROITH, expuso que en círculos de reflexión los ahora graduados analizan críticamente temas como: ser señalados por diversas formas de violencia, la resistencia al lenguaje incluyente, la homofobia y las presiones ligadas a la competencia y los mandatos que han colocado como hombres.

El próximo semestre, dijo, se desplegará un trabajo más amplio para continuar empujando esta transformación cultural y en la que cuentan con el apoyo de la CIGU, la Rectoría, las comisiones de igualdad de género de las diferentes entidades universitarias, así como con un cúmulo de conocimientos y metodologías.

El patriarcado, abundó, supone un alto costo para las mujeres, pero también para los hombres, aunque les otorgue privilegios, basta observar la cantidad de muertes violentas por homicidio, los accidentes y suicidios, el costo de diversas adicciones, la alta prevalencia del VIH-Sida, entre otros problemas. “Es hora de que contribuyamos a ir rompiendo estas cadenas con compromiso, creatividad, con método y humildad, sin creernos que ya somos los hombres nuevos”.

Los egresados Joshua Martínez Rodríguez, Pedro Montalvo Piedra y Tlacaelel Paredes Gómez calificaron el diplomado como un espacio para reflexionar y resignificar lo que es ser hombre. Asimismo, se comprometieron a trabajar para avanzar en la construcción de una Universidad Nacional libre, diversa e incluyente.

En la ceremonia estuvieron el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas; la secretaria de Desarrollo Institucional, Patricia Dolores Dávila Aranda; el abogado General, Alfredo Sánchez Castañeda; el secretario Administrativo, Luis Álvarez Icaza Longoria; y el titular de la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, Raúl Arcenio Aguilar Tamayo.

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