Por Socorro Valdez Guerrero

Aún recuerdo los viajes a nuestras raíces, a las tradiciones.
Al bagaje multicultural de ese México con étnias otomies, mixtecos, coras, huicholes, mayas, chontales, zapotecas, totonacas.
Tlahuicas, mixes, popoluca, mazahua, olutecos, tlapaneco, amuzgo, tarahumaras, tapehuanos, tzotziles, choles.
Acercamiento que en sus tierras son del ofrecer, del dar.
En la ciudad, del usar, del menospreciar y hasta ¡Mercantilizar!
Grupos de la discriminación, el abuso, el despojo y la expulsión de sus regiones de origen.
Saboreo esas visitas de antaño a su sabiduría.
A lugares, que la necesidad los expulsa, los arroja de Michoacán, de Oaxaca, de Guerrero, de Chihuahua, de Chiapas, del mismo Estado de México.
Que los lleva a la urbanidad para compartir su gastronomía, su medicina y los ¡relegan!
Los explotan y no los valoran ni les defienden sus derechos.
Con una ley que no les protege del abuso en ministerios públicos, hospitales ¡Reclusorios!
Que no frena del despojo en ¡Vía pública! Por los de ¡Vía pública! En alcaldías.
Como recuerdo sus tierra, su hospitalidad en sus regiones.
Su origen, que comparten.
Donde ellos dan sus rituales. Sus tradiciones y brindan su ¡Hogar!
Donde son muestran de orgullo y reconocimiento a sus raíces por extranjeros, que abusan de sus tierras y nobleza.
Donde no respetan a sus ¡Ancestros! Los despojan de su naturaleza, de sus bellos paisajes y medicina.
Donde muestran ellos su don de gente noble, compartida aún en su pobreza y en su abandono social.
Los recuerdo con esa añoranza y tristeza de en ¡Qué! Los han convertido.
A dónde llevan su defensa y su legado ancestral.
¿Qué son y qué significan, para los gobiernos y los partidos políticos de todos colores?
Un ¡Sufragio! O mero ¡Negocio!
Una bandera electorera o exposición y explotación de beneficio mercantil.
No valor de patrimonio nacional.
No raíz de ¡Mexicano!
Nunca grupos de unión en la urbanidad.
División en la ciudad, unión en su tierra de origen.
Indígenas, fracturados por el embeleso de la ¡Ambición!
Indígenas que los enfrentan entre hermanos.
Que los usan para el saqueo de su riqueza natural, de sus tradiciones y hasta de sus artesanías en Medio Oriente.
Grupos a los que hasta les “piratean” lo que elaboran sus majestuosas manos.
Grupos que sirven sólo para discurso y fecha a conmemorar.
Grupos por el “Día Internacional de los Pueblos Indígenas”, que hoy, sólo fueron ferias y ceremonias, después ¡Olvido!
Grupos que son festividades, sin voz en acciones de gobierno.
Grupos de sólo leyes emitidas en los Congresos legislativos.
Indígenas, aún del menosprecio.
Que ¡Dividen! Y clasifican como números, sin ¡Reconocimiento!
Sin ley ni Carta Magna que los defienda de la vileza urbana, de la rapiña para lo ¡Mercantil!, para lo ¡político!

Valoremos a nuestros hermanos ¡Indígenas!

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