Ciudad de México.- En educación, el futuro no es una dimensión a la cual se llega de manera fortuita, sino que se construye y diseña, y exige realizar tareas preliminares, afirmó el director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), Hugo Casanova Cardiel.
Al dictar la conferencia “Los grandes retos de la educación en la perspectiva del futuro”, como parte del Foro 20.20 “Diseñando el Futuro”, organizado por Fundación UNAM, consideró que nuestro país debe atender problemas estructurales en la enseñanza como las tasas de cobertura en el nivel superior que son de 38 a 40 por ciento; en el bachillerato se atiende al 60 por ciento de los jóvenes y en preescolar una cuarta parte de los niños en edad de cursar estos estudios no asiste a la escuela.
En el Auditorio de la Unidad de Posgrado, y ante el presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, Dionisio Meade García de León, el especialista en política educativa de México también dijo que se debe agregar la nueva propuesta de reforma curricular con la que se busca transformar los planteamientos centrales de programas de estudio, libros de texto y establecer un nuevo marco para la educación nacional.
“Al igual que en sexenios pasados la titularidad de la Educación Pública está en su tercera sustitución y existe una buena dosis de incertidumbre en la conducción de un sistema que atiende a más de 32 millones de niños y jóvenes en todo el país”, señaló.
La investigadora del IISUE, Lourdes Chehaibar Náder, coincidió en que la educación es central para conseguir transformaciones y alcanzar nuevos horizontes; hoy se requiere que venza las condiciones de desigualdad.
Al ofrecer la conferencia “Nuevas y antiguas tramas para tejer la Universidad” refirió que la pandemia retó certezas sobre viejos saberes anquilosados o estereotipados alrededor de las formas de enseñanza, las relaciones y vínculos con los estudiantes y maestros, el sentido y utilidad de las tecnologías de la información y la comunicación, la importancia del acercamiento físico. Ha sido una reiteración sobre la necesidad del cambio, que requiere repensar la responsabilidad social de las universidades.
Hoy, en el regreso de los jóvenes a los salones de clase, las emociones por interactuar, sus niveles de atención, el entusiasmo por volver a convivir y aprender en colectivo es verdaderamente alentador. La escuela presencial y mixta debe recomponerse como espacio para aprender con otros, para formar ciudadanía, para la convivencia armónica y en entornos seguros, sustentables, sin violencia, éticos y democráticos, aseveró.
La profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM añadió que se debe revisar la rigidez de los planes de estudio en los diversos cuerpos colegiados y repensar el currículum, con futuras y probables transformaciones del trabajo.
Al ofrecer la conferencia “El Aprendizaje complejo. Necesidades y posibilidades en Educación Superior”, Sandra Castañeda Figueiras, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional, indicó que es necesario optimizar los aprendizajes complejos e implementar estrategias que permiten al estudiante cuestionar lo que sabe.
Además, debe superarse el aprendizaje memorístico que ayuda a aprobar un examen, pero no permite a los alumnos aprender a solucionar problemas; subrayó que poseer información, no necesariamente significa haber construido conocimiento.
Se pronunció por promover el desarrollo epistemológico en las materias, mejorar las bases de conocimiento de los alumnos y generar contextos nuevos donde puedan validar lo que han aprendido.