María Elena Maldonado

Decencia, honradez, lealtad, compromiso, ya el amor viene como complemento, aunque con las cualidades anteriores sobra para ser una persona honorable. Honor es una palabra que ya no  escucho, en  ella va implícito el orgullo personal de quien se comporta como debe.

Ustedes pueden encontrar en los discursos de todos los políticos la promesa de acabar con la corrupción y en eso queda, palabras vacías que en la realidad se olvidan. 

Se dice que el poder corrompe, una verdad que alcanza a la mayoría de las personas que tienen u obtienen un lugar desde el que pueden obtener privilegios “extras” para sí mismos y por extras hablo de aprovechar su situación, incluida la ilegalidad. Los reyes durante muchos siglos imponían su voluntad exigiendo tributos sin límites, exprimiendo a sus pueblos con imposiciones en dinero o en especie para financias sus guerras, sus ambiciones y lujos, en la evolución de la humanidad nada ha cambiado, hoy algunos son menos descarados, igual usan al país para sus caprichos personales, nunca pensando en el bien de quien les paga un sueldo por realizar un trabajo para que el país funcione, crezca, avance.

Hablemos especificamente de México, el de las eternas crisis económicas en el que burócratas, políticos, empresarios, crimen organizado –de todos los tamaños- que coludidos se sirven a sí mismos de los bienes del pueblo, de los que sí trabajan;  por eso cada año crece la pobreza, crece el hambre, la enfermedad, la ignorancia y la injusticia. Entre ellos no hay conciencia del prójimo, de sociedad, de país, de respeto. Saben jugar el juego de las apariencias, del discurso populachero, de la doble moral, de las apariencias, desgraciadamente, aquí tenemos una lista de personajes para muestra. Lo he dicho y repito, pues lo que sucedió en la Línea 12 del metro obra de Marcelo Ebrard es indignante, contiene todas las formas en que los políticos y sus equipos cometen ilícitos de todo tipo, con el dinero, con la indolencia, la desfachatez y el cinismo de quien sabe que nada le sucederá.  Así estos inmorales decidieron rediseñar el proyecto que era originalmente subterráneo para “ahorrarse” unos millones al hacerlo elevado, posteriormente grupo Carso de Carlos Slim  decidió ahorrarse otros tantos millones modificando los materiales. Curvas mal proyectadas, las vías sin concordancia con las ruedas –inaudito- la única línea que renta los vagones en vez de comprarlos y que hasta la fecha seguimos pagando -30 mil millones a 17 años- inteligente negociación que hizo Mario Delgado.

 El costo inicial sería de 17 mil 500 millones de pesos, sin embargo, el gasto final, creció hasta los 26 mil millones de pesos. Constante cambio de piezas por desgaste anticipado. Durante el cierre de la línea 12 en 2014 y 2015, de acuerdo con datos del gobierno de la capital, se estimó la construcción y arrendamiento de trenes, diagnóstico, reparación y transporte público a los usuarios, además de las afectaciones en tiempo y costo para ellos.  Resulto en un total de 41 mil 300 millones de pesos, siendo uno de los que más costo han significado en la capital, sumados a la tragedia que provoco 25 vidas perdidas, 70 heridos de los cuales varios sufren secuelas de por vida. Hay más pérdidas para agregar, una infinita cadena de desastres provocados por la ambición y degradación moral de quienes además –absurdo- siguen cobrando sueldo del erario y a los que se les sigue “confiando” obras que darán “servicio” al pueblo bueno.

Tan le pesa la culpa que Carlos Slim, que en octubre del año pasado sin mayor espaviento, dijo que se encargaría de rehabilitar la parte colapsada de la Línea 12, grupo Carso dio a conocer que destinaría 800 millones de pesos para esta obra. Lo barato le salió caro, esperemos que haya aprendido la lección. Aunque su complicidad con el tabasqueño es imperdonable.

      Por supuesto hay trabajadores del estado y para el estado que son individuos honestos, aunque muchos de ellos no logran avanzar por no ser parte de ese sistema corrupto. Hay situaciones en las que no hay manera de no ser parte, eres obligado a participar.

¿Quieres ser proveedor? ¿Sacar un permiso, licencia…? ¿Qué salga la partida para que tu estado, alcaldía, municipio funcione? Aparta un considerable porcentaje para el moche, la tajada, el soborno, el diezmo… 

Sabemos que casi todo se hace con el consentimiento y el conocimiento de los participantes del sistema, el que de vez en cuando tiene que “aplicar la ley”. Algunas serán venganzas, a pesar de que  lo merecen generalmente por otros delitos  –Rosario Robles, Elba Esther Gordillo- otras serán acuerdos –Emilio Lozoya- y alguno acabaran en la cárcel pues se pasaron de la raya –los Duarte, Villanueva, Borges…- otros seguirán de largo –espero que sea sólo por ahora –Gertz Manero, Bartlett, Ebrard, Peña Nieto, Martha Sahagún y obvio López Obrador y toda su parentela, sus hijos especialmente el segundo, Andrés Manuel que cuentan que es una ficha con muchos puntos negros … un directorio es necesario para  nombrarlos a todos, es larga la historia y los corruptos son muchos, de todos los tamaños. También los hay en la iniciativa privada, el área de adquisiciones es ideal, sobre todos en empresas que compran enormes cantidades de algo, imaginas que te quiten un pedido de enormes números por no aceitar el trato. Se dice que hay que repartir y que todos ganen. Y sí, estos pagos extras tristemente se han normalizado en muchos de los casos.

Aquí nos tocó vivir, reconozco que he sido parte y le he dado soborno a el policía que me detuvo un día que no me enteré que mi automóvil no circulaba -me querían llevar al corralón- y eso son palabras mayores.

Confieso que soy una pecadora –menor pero pecadora- también he aconsejado en algunos casos –un choque- “arreglarte” antes de caer en una delegación en donde suceden situaciones de terror, desde violaciones, muertes y desapariciones inexplicables, costos monetarios mucho mayores, hasta horas prolongadas de espera y miedo. Nuestro sistema es corruptor y corrupto. 

Aun así les aseguro que podemos  modificarlo.

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