Ciudad de México.- Las elecciones de medio término en Estados Unidos, que se este 8 de noviembre, son las más reñidas de los últimos tiempos; si bien en este momento la relación con México no es parte de las campañas, sí lo es la crisis migratoria y el tráfico de fentanilo, consideró la exembajadora de México en EUA, Martha Bárcena Coqui.

Al participar en el Coloquio “Las elecciones en Estados Unidos: Repercusiones internas y externas”, organizado por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, detalló que en esta contienda electoral se renuevan 435 escaños de la Cámara de Representantes, 34 de los 100 senatoriales, y 36 de 50 gubernaturas; además, se celebrarán elecciones de congresos estatales, secretarios de Estado y procuradores.

“Pese a los éxitos de la administración de Joe Biden en pasar leyes de infraestructura, de reducción de inflación y de los chips, no ha tenido mayor impacto en los votantes, aun cuando en términos de legislación ha sido uno de los gobiernos más exitosos recientemente, pero eso parece no importarle a los votantes y está la amenaza latente a la democracia, por el número de candidatos trumpistas (partidarios de Donald Trump)”, enfatizó.

Al hacer uso de la palabra, el investigador del CISAN, José Luis Valdés Ugalde, comentó: no se sabe cómo votarán las personas originarias o de ascendencia latinoamericana, ya que los republicanos los incorporan cada vez a más en sus filas, algunos de ellos inclusive están en contra de la migración (siendo mexicanos o latinos), por lo que dependiendo de su sufragio se podría redefinir la naturaleza identitaria de este sector en términos de pertenencia política (usualmente demócratas).

El politólogo reconoció que “el escenario no es alentador desde el punto de vista de los intereses mexicanos. Me parece que ciertamente México quedará impactado con el escenario donde el Partido Republicano se apodera de la Cámara de Representantes y, probablemente, de un empate técnico dentro del Senado, como van las estadísticas”.

Valdés Ugalde estimó que nuestro país, desafortunadamente, tiene una ausencia de política exterior en los temas que son más caros como la migración y el crimen organizado, la seguridad fronteriza y el fentanilo, donde ha tenido más exabruptos como respuesta, que resultados concretos.

El encuentro fue inaugurado por Juan Carlos Barrón Pastor, secretario Académico del CISAN, quien dijo que este momento es clave para el gobierno de Biden porque hay incremento de la violencia y una creciente preocupación por la migración y tráfico de drogas. En esta actividad académica también se revisaron las implicaciones internas y externas de la votación, así como el liberalismo y el multilateralismo en crisis.

Amenaza a las instituciones

Con 43 años de experiencia en el Servicio Exterior Mexicano, Bárcena Coqui precisó que debido a que el sistema electoral estadounidense es descentralizado y no hay una autoridad central como en México, a cargo de los secretarios de Estado queda la organización de las elecciones; es significativo, pues varios de los candidatos son partidarios de Donald Trump, que en su momento cuestionaron las elecciones de 2020.

“Normalmente, en la tradición de las elecciones intermedias las pierde el partido en el poder, por el desgaste del ejercicio en el poder. Por lo tanto, el que pueda perder la administración Biden estas elecciones no es particularmente significativo; pero sí lo es dado el contexto que se vive actualmente en Estados Unidos, de amenaza a las instituciones democráticas”, señaló ante académicos y estudiantes reunidos en la sala de conferencias del CISAN.

Las encuestas, agregó, prevén una batalla cerrada, con 49 por ciento para los republicanos y 48 por ciento los demócratas. Los primeros requieren ganar solo cinco escaños más de los que tienen en la Cámara de Representantes –actualmente bajo el control de los demócratas—y tendrían que obtener dos para controlar el Senado.

En este momento hay cuatro posibles escenarios para el resultado de las elecciones: mantenimiento del estatus quo si los demócratas conservan el control de la Cámara y del Senado, algo poco probable según las encuestas; los demócratas pierden el Senado y mantienen la Cámara de Representantes, posibilidad por la que actualmente el partido trabaja; que los republicanos ganan el Senado, pero pierden la Cámara; poco probable; y, finalmente, los republicanos ganan ambas cámaras.

Respecto a su relación con México, abundó Bárcena Coqui, a los demócratas les preocupa los problemas relacionados con derechos humanos, el asesinato de periodistas, el respeto a las instituciones, el Estado de derecho, la lucha contra la corrupción, la politización de la acción judicial en nuestro país, migración y el compromiso con la lucha contra el cambio climático.

En tanto, a los republicanos el tráfico de drogas (especialmente de fentanilo que ha causado cerca de 90 mil muertes en EUA en 2021), la creciente fuerza del crimen organizado, el tráfico de personas, el aumento de la migración indocumentada a la que consideran ilegal, connotación para criminalizar la migración.

“Así como tienen agendas diferentes sobre México, no siempre coincidentes, el mayor riesgo que puede tener nuestro país en los próximos años es que los temas que preocupan a demócratas y republicanos se vuelvan los mismos, porque entonces quiere decir que la construcción de alianzas para México o de simpatizantes se va a complicar enormemente”, consideró la maestra en Estudios Internacionales en la Escuela Diplomática de España.

Bárcena Coqui aseveró que un eventual control republicano de las cámaras podría traer mayor presión a nuestra nación en temas de drogas (fentanilo), seguridad, crimen organizado, migración, energía, y agricultura e implementación del T-MEC, pero la posibilidad de una reforma migratoria se ve lejana, al menos para los próximos dos años.

Alertó que es necesario estar atentos al creciente supremacismo blanco, pues una de las situaciones que más les molesta es la creciente educación de las minorías y que compitan con ellos, perdiendo su identidad (blanca), un tema que el gobierno de México debe manejar con inteligencia, pues es parte de un temor real que hace cada vez más fuerte a quienes lo promueven en Estados Unidos.

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