Un Maestro Ascendido es un guía que se dispuso SER para los otros. Aquí, es humano como todos. No es más, ni tampoco es menos que cualquiera de los hermanos. Su mayor virtud es haber venido en una infinidad de ocasiones a vivir, aprender y después de toda esa basta experiencia, se dispuso a compartirla.
La única diferencia es que, con esa experiencia llegó a descubrir la alta consciencia crística que precisamente le otorgaron el grado de maestría. Es el entender el verdadero estado del ser, al haber sentido en carne propia el nirvana, el cielo, la plenitud.
El grado de maestría no se persigue, no se premia, no se gradúa, sino se alcanza. Ahora es apto para todos poderlo lograr y está en cada uno saber cómo hacerlo.
Enseñar el camino recorrido a los demás, se vuelve el camino nuestro.
Un abrazo
Alex González