Ciudad de México.- La probable presencia del príncipe Harry en la ceremonia de coronación del Rey Carlos III -que se celebrará en mayo próximo- a la que acudirán integrantes de varias casas reales y de la clase política de diversas partes del mundo, colocaría en una situación delicada a quienes asistan a esa celebración, consideró el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Dámaso Morales Ramírez.
Ante la amenaza de muerte por parte de Al Qaeda hacia el noble por sus declaraciones en el libro En la sombra, donde dijo que asesinó a 25 afganos, debe medir las consecuencias de sus acciones que fueron más allá del ámbito netamente personal, con afectaciones a Occidente, indicó.
Esta situación y los escándalos de Harry, “flaco favor le hacen a la casa real que funciona como una empresa”. La sentencia está dirigida al duque de Sussex; sin embargo, el ataque podría ocurrir en el sitio donde se celebre la coronación, y lo más probable es que se realice sin la presencia del príncipe. Es un asunto de seguridad elevada, que con certeza los cuerpos de inteligencia de Reino Unido evalúan y consideran que lo más seguro es que no esté en el acto, destacó.
En la sombra se narran algunas confesiones del soberano, entre ellas haber matado a 25 afganos durante su paso por la milicia inglesa, lo que enardeció al grupo Al Qaeda y desató una serie de elementos importantes que algunos han llamado la confrontación o la lucha entre civilizaciones: la occidental, la oriental, el islam y el cristianismo, explicó el experto universitario.
Las declaraciones provocaron que el grupo extremista llamara a eliminarlo. “Harry no solo se metió en un problema personal que afecta su propia seguridad, la de su esposa y la de sus hijos, sino que abrió una especie de caja de Pandora porque los grupos terroristas buscan siempre capitalizar y radicalizar este tipo de situaciones”.
De acuerdo con el especialista, existe una historia reciente de Harry a partir de la renuncia a sus privilegios de la casa real, a lo que se suman sus participaciones en programas de televisión, radio y talk show; asimismo, lo revelado en el texto, una serie de declaraciones de corte personal, incluso íntimas, también mencionan y afectan a instituciones como al ejército de Reino Unido.
Superioridad de Occidente
Morales Ramírez planteó que Harry refiere que el asesinato de los afganos no le da orgullo, pero tampoco vergüenza, afirmación que los islamitas tomaron como una gran indiferencia. Lo anterior generó argumentos de ese grupo musulmán en su contra, al igual que hacia la familia real británica y a Occidente en general; “luego lo va acotando para el Reino Unido y el propio gobierno de ese país”.
Al Qaeda se refiere a la corona británica como una sociedad inglesa bestial, como la civilización de los monos; remata diciendo que efectivamente existe una especie de superioridad de Occidente y del propio Harry. “El grupo musulmán declara que debe dejarse en sus manos la búsqueda de esta justa retribución, incluso ordena a la propia corona que deje de cuidar al príncipe Harry para alcanzar su objetivo”.
Expuso que lo señalado en el libro vuelve a ser un elemento de propaganda útil para el grupo musulmán, pues en el texto percibe una decadencia de Occidente frente a esta sociedad de principios fincados en el islam, cuando Harry habla de cuestiones personales: su físico, su propia vida sexual, por ejemplo.
“Ello abre esta confrontación y, al mismo tiempo, tiene consecuencias para el pueblo británico, porque Al Qaeda se refiere con adjetivos muy bajos para distinguir el ethos del pueblo británico y luego arremete contra la casa real, y termina rematando contra el ejército”, recalcó.
Por el momento, el objetivo de Al Qaeda es el príncipe quien desde hace tiempo radica en Estados Unidos. Según el universitario, el ataque podría ser directamente contra él, su esposa e hijos, quienes carecen de equipo de seguridad permanente; ello lo coloca en una situación delicada. “Nada abona a su favor y el riesgo está siempre presente”.
Dámaso Morales recordó que el libro rompió récord Guinness al ser el más vendido en la historia de las publicaciones, pues en 24 horas se compraron casi un millón de ejemplares, lo que también critica Al Qaeda. La organización extremista también arremetió contra los medios por el tratamiento al tema, la escasa sensibilidad y hablar del asunto como si se tratara de cacahuates o, como dice el príncipe Harry, de piezas de ajedrez, lo que abona al discurso contestatario y beligerante del grupo musulmán.