Toluca, Méx.- Con el fin de generar nuevo conocimiento en el estudiantado universitario, la investigadora Mónica Vanessa Garduño Paz, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), creo un proyecto de mentorías, a través del cual jóvenes universitarios desarrollan trabajos de investigación sobre el pez amarillo Mexcalpique, especie endémica mexiquense.
La experiencia académica y profesional de Mónica Garduño le permitió estudiar su doctorado en la Universidad de Glasgow, en Escocia, donde tuvo importantes trabajos de investigación. Ella formó parte del Programa Mentoring in Action- Women and Girls in STEM, una iniciativa del British Council e Inova, donde colaboró con un equipo conformado en su totalidad de mujeres que le enseñaron sobre cómo, a través de mentorías, se apoya a jóvenes a gestionar su tiempo y alcanzar objetivos.
Sus colegas fueron una gran ayuda para la investigadora, pues debido a esta estrategia de conocimiento, fue que se interesó por dar mentorías en la Facultad de Ciencias, con el fin de ayudar a jóvenes universitarios en el desarrollo de pequeños proyectos de investigación que pueden trabajar a lo largo de su trayectoria universitaria.
Garduño Paz se preocupa por temas relacionados con la ecología y conservación de especies, encontrando una gran área de oportunidad en el Mexcalpique, un pez amarillo endémico de Lerma, Estado de México, pues la especie, está en amenaza de extinción, pero ha sobrevivido a la fragmentación de su hábitat natural, sobre todo por temas relacionados con la contaminación: “Es una especie desconocida, pero que representa mucho de nuestra cultura mexiquense. Hay muchos aspectos de biología que se desconocen, pero no solo del pez, sino de su hábitat”, mencionó.
El Mexcalpique posee una característica llamada “plasticidad fenotípica”, la cual le ha permitido seguir existiendo a pesar de las presiones ambientales, pues es una especie que sobrevive en poblaciones reducidas, principalmente en bordos artificiales que ahora son relictos para esta especie.
Estos bordos son hechos por los humanos y destinados para la agricultura, a partir de los cuales puede incorporar a otros cuerpos de agua, permitiendo su flujo génico. La investigadora universitaria invitó a cuidar de estos hábitats artificiales, a través de la eliminación de contaminantes y basura para la conservación de la especie. “En un futuro pretendo generar una estrategia de conservación para reproducir esta especie masivamente e introducirla en todos estos bordos y cuerpos de agua que existen alrededor del Valle de Toluca y en todo el Estado de México.”
El pez amarillo juega un papel importante con respecto a la preservación de otras especies endémicas, pues interactúa con el ajolote, que se encuentra en peligro de extinción, y con otros animales como las culebras, ranas y aves ictiófagas, que dependen de él para sobrevivir.
A través de sus mentorías, Mónica Garduño ejerce un trabajo de asesoría en el alumnado, donde hace un acompañamiento reflexivo desde el primer acercamiento al pez hasta la culminación de sus proyectos e investigaciones, pues ella considera importante que sus mentorados conozcan esta especie con la que comparten un mismo entorno, generando en ellos un sentimiento de identidad.
Estas mentorías se especializan en el trabajo colaborativo con alumnas y mujeres, donde Garduño Paz las invita a generar conocimiento, eliminando prejuicios y rompiendo con algunos esquemas sociales: “nosotras nos metemos al agua, levantamos las redes pesadisimas, caminamos kilómetros para llegar a los bordos, manejamos, entonces es una oportunidad para decirles que podemos colaborar con los hombres, sí, pero sin ellos también podemos”, resaltó.