Por Luis Felipe García Chávez

En la actualidad, el tema del bienestar animal está de moda, me atrevería a decir que es una cuestión de status también, vemos a celebridades del entretenimiento e influencers promover el tema, incluso llegó a la política con una de las candidatas a gobernadora promocionando tener perros y gatos que rescato de las calles, incluyendo en su plataforma de campaña la promesa de reforzar las políticas públicas dirigidas para resolver este problema que nos involucra a todos.

Se ha vuelto común que se dé a conocer la brutalidad de violencia en contra de los animales en general, el último y más sonado, el de un hombre que pertenecía a una corporación policiaca y que como muestra de su “poder” y a manera de advertencia para el dueño de una carnicería, aventó a un canino a un cazo con aceite hirviendo.

En esta ocasión se tuvo la suerte de contar con una cámara que grabara este hecho delictivo y el sujeto fue aprehendido, pero existen datos que indican que nuestro país ocupa el vergonzoso primer lugar en maltrato animal en América Latina; se castiga el 0.01% y se estima que hay un total acumulado de 80 millones de mascotas en nuestro país: 43.8 millones de ellas son caninos, 16.2 millones felinos y 20 millones son diversas mascotas pequeñas (INEGI, 2021).

La cifra de maltrato y de animales en situación de calle es alarmante, pero debiera darnos además de preocupación, vergüenza como sociedad normalizar la crueldad y violencia por el aumento en la insensibilidad hacia las mascotas y en general a cualquier forma de vida animal. 

En lo personal, he tenido la fortuna de formar parte de grupos de activistas en la materia y soy un convencido de impulsar el tema ya desde hace años, coadyuvando para lograr, entre otros, los siguientes cambios realizados en Toluca: la eliminación de la electrocución como principal procedimiento de sacrificio; -las nuevas generaciones no lo saben, pero la electrocución es la muerte del animal por un método totalmente cruel, doloroso e inhumano-; la creación de uno de los primeros centros de bienestar animal a nivel estatal y me atrevería decir nacional, además de lograr colocar a la esterilización como principal acción para disminuir la población de animales en situación de calle. 

Generamos decenas de reuniones con representantes políticos, empresariales y sociales, para romper los paradigmas y cambiar el enfoque de estos actores para afrontar el problema y generar políticas públicas, no solamente desde el punto de vista de salud, si no tratarlo con ética y sentido humanista. 

Reconozco que a partir de que estás propuestas fueron adoptadas en el periodo municipal 2006-2009 en Toluca, los presidentes municipales que siguieron, por conveniencia o convicción, no modificaron el sentido del programa en cuanto a los objetivos. Además de que existenafortunadamente normas en la legislación federal y estatal.

Como funcionario público municipal, desde el 2018, propuse que se tomara como indicador de pobreza, el hecho de que una sociedad donde no se hace nada por controlar la sobrepoblación de animales de compañía en sus calles, está condenada a sufrir el aumento de la miseria. 

Lo anterior son solo ejemplos de lo positivo que puede lograrse unidos, pero lamentablemente insuficiente si no lo trasladamos a la implementación y aplicación de las leyes y de una política pública que tenga, entre otros factores, objetivos e indicadores específicos para abatir el problema y proyectar una calidad de vida integral para los ciudadanos.

“La grandeza y el progreso moral de una nación puede medirse por la forma en que trata a sus animales” Mahatma Gandhi.

Luis Felipe García Chávez 

Fue Director de Desarrollo Económico del Municipio de Toluca, activista en materia de bienestar animal y actualmente participa como Coordinador de la Comisión Operativa de Movimiento Ciudadano en Toluca.

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