Ciudad de México.- Desde hace varios años, los enfrentamientos entre la delincuencia organizada, la trata de personas, el narcotráfico, los secuestros y aun la vulnerabilidad de los migrantes que transitan a lo largo del territorio nacional han convertido a México en un lugar donde abundan las fosas clandestinas con restos humanos desconocidos.
Hasta la fecha, las desapariciones forzadas en nuestro país ya rebasan las 110,000 y en cementerios públicos y morgues del Estado hay más de 52,000 cuerpos que esperan ser identificados, de acuerdo con cifras oficiales.
Hace más de dos años y medio, un grupo multidisciplinario emprendió una serie de investigaciones para reconocer los retos que enfrentan tanto los peritos forenses como las fiscalías nacionales a la hora de tratar de identificar masivamente restos óseos humanos.
Posteriormente, Antonio Morales Aldana, director del proyecto Gatu –app de identificación de restos óseos humanos–, junto a Omar Garza López y Daniel Humberto Cruz Fierro, todos diseñadores gráficos egresados de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (hoy Facultad de Artes y Diseño) de la UNAM; Eira Atenea Mendoza Rosas, licenciada en Antropología Física por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y pasante de maestría en Antropología en la Unidad de Posgrado de la UNAM, y César Andrés Figueroa Mendiola, ingeniero en sistemas del Instituto Superior de San Andrés Tuxtla, en Veracruz, comenzaron a desarrollar una aplicación de corte forense cuyo objetivo es, precisamente, allanar el camino que deben recorrer los peritos forenses y las fiscalías nacionales para llevar a cabo esa tarea.
Esta herramienta digital –única en México– fue bautizada por sus creadores con el nombre de Gatu, que en otomí significa colibrí, ya que se cree que esta ave trae consigo aspectos positivos, desde una dosis de alegría hasta un mensaje de paz de un ser querido que ya ha fallecido.
A partir de una cédula osteológica
“Gatu es una aplicación que, a partir de una cédula osteológica elaborada con información muy específica por cada usuario, permite hacer un análisis antropofísico de piezas óseas de cadáveres y, de este modo, obtener el perfil biológico de una persona, el cual está conformado por cuatro parámetros: sexo, edad, estatura y ancestría o afinidad poblacional o biológica (esto es, si era amerindia, caucásica, negroide, etcétera)”, dice Morales Aldana.
Esta aplicación se basa en técnicas forenses aprobadas y sustentadas en la bibliografía especializada, e incluye otras de las antropólogas forenses Kristen Hartnett-McCann (jefa de la oficina del Médico Forense de Connecticut, Estados Unidos), Tanya Peckmann (profesora de tiempo completo en la Universidad de Saint Mary’s, en Halifax, Nueva Escocia, Canadá), Elizabeth DiGangi (profesora en la Universidad de Binghamton, Nueva York, Estados Unidos) y Mildred Trotter (exprofesora en la Universidad de Washington, Estados Unidos); además, regularmente podrá aprovechar otras más.
“Al incorporar de manera digital las técnicas forenses más empleadas por los peritos en México, permite agilizar la enorme labor que éstos todavía efectúan de forma manual; y al facilitar la estimación de sexo, edad, estatura y ancestría, reduce hasta en 50 % la duración de la necropsia. Asimismo, ofrece un inventario osteológico y odontológico pormenorizado”, asevera Morales Aldana.
Gatu es accesible al usuario mexicano porque, a diferencia de otras aplicaciones, está en idioma español; asimismo, funciona sin conexión a internet y es capaz de generar un registro fotográfico y el marcaje gráfico de traumas y características individualizantes en laminas ilustradas.
“Al final produce un reporte que puede ser compartido, en formato Word o PDF, con cualquier Fiscalía o Ministerio Público del país”, agrega Morales Aldana.
Cuenta personalizada
Por lo demás, esta aplicación genera una cuenta personalizada para que cada usuario pueda gestionar su propia contraseña, la cual es independiente de la encriptación de seguridad con que aquélla fue diseñada.
“Ahora bien, debido a la confidencialidad requerida tanto por el Poder Judicial como por los familiares de las víctimas y los especialistas en derechos humanos, esta aplicación únicamente podrá ser instalada en un dispositivo proporcionado oficialmente por la autoridad competente”, manifiesta Morales Aldana.
Oportunidad
Gatu ya fue presentada por sus creadores a diversos grupos de especialistas en el tema, entre los cuales destacan los del área de Antropología Física del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM (el doctor Carlos Serrano Sánchez les dio una carta de presentación de la aplicación) y los de la Unidad de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y del Instituto de Ciencias Forenses (antes Servicio Médico Forense).
“Nos hicieron algunas observaciones que ya atendimos. En general quedaron bastante satisfechos con nuestra aplicación, ya que hace posible la digitalización de procesos que todavía se siguen realizando de manera manual, con lo cual se optimizan los tiempos y se evita la pérdida de información recabada en notas sueltas”, apunta Morales Aldana.
Cabe señalar que esta novedosa herramienta digital ya fue registrada ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), para brindarle seguridad y continuidad.
Al respecto, Morales Aldana comenta: “Creemos que, si bien México debe continuar aprendiendo de los líderes en ciencia forense, también es fundamental que desarrolle su propia tecnología, pues hasta el día de hoy depende de los recursos tecnológicos de vanguardia generados en los países hegemónicos”.
Aunque los creadores de esta herramienta digital la desarrollaron durante el periodo más difícil de la pandemia de la Covid-19 en México, esto nunca fue una limitante, sino un reto que les ha permitido trabajar con expertos en criminalística, derecho, antropología física, ciberseguridad y derechos humanos, así como estar en comunicación con colectivos de madres buscadoras, fiscalías nacionales, secretarías técnicas de comisiones del Senado de la República y hasta cónsules de países latinoamericanos.
“Hay un punto muy importante que se debe subrayar: Gatu no es una aplicación que podrá bajarse de una tienda virtual a un aparato de telefonía celular, por ejemplo, sino una herramienta digital que únicamente será usada por autoridades judiciales especializadas. Gracias a ella se tendrá la oportunidad de dar solución a innumerables carpetas de investigación, muchas de las cuales han permanecido archivadas incluso años”, finaliza Morales Aldana.
FUNDAMENTADA EN LA EXPERIENCIA
Luego de conocer el funcionamiento y los alcances de Gatu, Carlos Serrano Sánchez, investigador y exdirector del Instituto de Investigaciones Antropológicas de esta casa de estudios, escribió una carta de presentación de esta aplicación que entregó a sus creadores.
Ahora, en entrevista, dice: “Esta aplicación facilita el trabajo cotidiano que hacen los peritos forenses para identificar restos óseos humanos. Sus creadores desarrollaron un procedimiento muy práctico para lograr una rápida relación de aspectos identificatorios de dichos restos. Por eso, creo que es importante que las instituciones encargadas de tan ardua tarea la puedan conocer y aplicar”.
Para el universitario es primordial que Gatu esté fundamentada en la experiencia de quienes han laborado en el ámbito de la antropología forense y enfrentado la necesidad de identificar restos óseos de personas desconocidas. “Qué bueno que sus creadores trabajaron para formalizar esta experiencia en una propuesta que ya quedó ahí para uso de los peritos forenses. Esta aplicación coadyuvará a encarar con más eficacia el grave problema social que representa la identificación de restos óseos humanos, sin duda”, concluye.