Por Socorro Valdez Guerrero

  • Edoméx ocupa el primer lugar de feminicidios en México

Atizapán de Zaragoza, Estado de México.- La corta edad de Ana María, no la dejó ver que aunque Allan Gil Romero ya era su exnovio, él no soportaría un rechazo. Le quitó la vida a sus sólo 18 años, arrebatándole sus anhelos y la oportunidad de culminar una carrera.

El dolor, ahora es permanente para sus padres, José Serrano y Ximena Céspedes, ella de nacionalidad colombiana. Dejó sin tranquilidad a todos los que la querían, y a sus padres, el temor permanente que el presunto feminicida, salga en libertad.

El video que difundió su madre, lo dice todo. Es muestra del sufrimiento, de ella, que regresó de Alemania, para enfrentar una tragedia. Para pedir #JusticiaParaAnaMaría, una jovencita del condado de Saavedra, en Atizapán, Estado de México. Nadie supo cómo entró al domicilio; ni Ana María ni nadie imaginaban que el ex novio le quitaría la vida.

Es una alerta para otras jóvenes, que desconocen quienes son los que las pretenden y el peligro que las acecha. De acuerdo a datos del Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública, de la Cámara de Diputados, en la mayoría de los feminicidios, el responsable es la pareja actual o anterior de la víctima.
También, el Estado de México, encabeza la estadística con 25 casos de feminicidio, en el primer trimestre del presente año, según el reciente informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

La joven, a la que su ex novio no dejó culminar sus estudios de medicina, es sobrina de un ex ministro colombiano, José Manuel Restrepo. Sin embargo, ese crimen va más allá de su liga filial con un político colombiano.

Es un caso, que debe poner en alerta a todas las jovencitas, y evitar la ¡Impunidad! Así como la dilación de la justicia, sin importar nacionalidad ni el cargo político de la familia.

Hoy, aún nadie sabe cómo entró Allan Gil Romero al domicilio de Ana María, su víctima ni cómo se enteró que estaría sola. Gil Romero, está detenido y acusado de feminicidio.

Para, Ximena, quien refleja en su narración de ¡Justicia! El dolor de la tragedia de perder a una hija, no es suficiente, porque ahora temen también por su propia seguridad.

La vida, tras el asesinato de Ana María, les cambió, y no será igual. Un homicidio, que debe servir de advertencia para que ninguna mujer, se confíe de su pareja sentimental, sin importar la edad.

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