Ciudad de México.- Las muertes de personas en Gaza siguen aumentando a un ritmo acelerado en medio de los incesantes bombardeos israelíes, en respuesta a los terribles ataques perpetrados en Israel por Hamás y otros grupos armados, que causaron 1.400 muertos y el secuestro de civiles.

Más de 6.500 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Gaza por ataques indiscriminados y otros ataques ilegítimos. Más de un tercio de las víctimas mortales en Gaza son infancias, y aún hay incontables cadáveres atrapados bajo los escombros. Millones de personas más se enfrentan a nuevos desplazamientos, desposesión y sufrimiento.

Al menos 200 rehenes israelíes tomados por Hamás y otros grupos armados y retenidos en Gaza siguen en peligro, y los continuos disparos indiscriminados de cohetes contra Israel ponen en peligro a la población civil.

El estrecho asedio de Israel a Gaza ha bloqueado la entrada de bienes, como agua, alimentos y combustible, dejando a más de 2 millones de personas en la Franja de Gaza luchando por sobrevivir. La catástrofe humanitaria derivada de los 16 años de bloqueo ilegal de Israel sobre la Franja de Gaza ocupada solo va a empeorar si no cesan inmediatamente los combates.

Todas las partes en el conflicto siguen cometiendo graves violaciones del derecho internacional humanitario, incluidos crímenes de guerra. Ante tal devastación y sufrimiento sin límites, debe prevalecer la humanidad.

Un alto el fuego pondría fin a los ataques ilegítimos de todas las partes, detendría el creciente número de muertes en Gaza y permitiría a las agencias de ayuda hacer llegar a la Franja ayuda vital, agua y suministros médicos para hacer frente a los altos niveles de sufrimiento humano. También permitirá que los hospitales reciban los medicamentos vitales, el combustible y los equipos que necesitan desesperadamente y que se reparen las salas dañadas.

Un alto el fuego también ofrecería oportunidades para negociar la liberación de los rehenes detenidos en Gaza y para que se lleven a cabo investigaciones internacionales independientes sobre los crímenes de guerra cometidos por todas las partes, con el fin de acabar con la impunidad de larga data, que seguirá alimentando nuevas atrocidades.

Abordar las causas profundas de este conflicto, desmantelando el sistema de apartheid impuesto por Israel a la población palestina, es ahora más urgente que nunca.

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