Ciudad de México.- Los cargos legislativos no son para ganar económicamente bien ni escalón para lograr poder, “no lo vean nunca así cuando aspiren a legisladores”, exhortó Andrea Vicenteño Barrientos, presidenta de la Comisión de Juventud del Congreso de la Ciudad de México, a jóvenes de diversas instituciones universitarias y gubernamentales.
En el salón Benito Juárez, de ese recinto, donde se desarrolló la charla entre la diputada y jóvenes, los invitó a concientizarse que los cargos públicos son para el servicio, representación y solución de las necesidades de los capitalinos.
En auditorio donde se desarrolló un foro plural con estudiantes y egresado de la UACM, de la UNAM, de la UNITEC, de la UAM, así como jóvenes transgénero, del Instituto de la Juventud, representantes de juegos y deportes autóctonos, del Club Tláloc y del Instituto Nacional de Antropología e Historia, los alentó y reconoció que la juventud, tiene talento para transformar la política y mejorar nuestro entorno social.
Ante ellos, la también vicecoordinadora de la Asociación Parlamentaria, “Izquierda Liberal”, invitó a los asistentes a concientizarse que los cargos públicos son para el servicio, representación y solución de las necesidades de los capitalinos.
Al compartir su experiencia antes de llegar como legisladora, y después de ser brigadistas en el extinto Partido Humanista de la Ciudad de México, manifestó su interés porque los jóvenes se integren a la vida política para y la transformación social.
En el encuentro plural: “Trayectoria y Visión Joven”, conminó a los asistentes, a no desalentarse ante las dificultades para sobresalir. Por el contrario, véanlo, como un reto, porque estoy segura que pueden acceder a la vida pública. Insistió que ver los cargos sin interés social, sería una visión corta.
Los convoco, subrayó, a que como jóvenes reflexionemos en nuestros intereses y ponderemos la necesidad que tiene nuestra población, nuestra propia familia, nuestros vecinos, de apoyo para resolver sus requerimientos.
Vean los cargos públicos como una oportunidad de servir, de representar y de resolver las necesidades ciudadanas y transformemos la forma de hacer política.
Insertarse en ese rubro, subrayó, no es para crear un lema de campaña ni electoral ni para atraer simpatías.
Les compartió su experiencia en una legislatura, habló de retos y dificultades que ha enfrentado en el Congreso capitalino.
Incluso, se refirió al desencanto que a veces se vive por la falta de quórum e importancia que se la da a algunos temas de interés social.
Manifestó el reto que fue avanzar sin ningún partido político para defender sus ideales por ser independiente.
Incluso, al impulsar sus iniciativas, subir a tribuna ante los actores políticos más experimentados
En su oportunidad, Valentina Ramírez, joven transgénero de Xochimilco y de “Faisán Rebelde”, agradeció por abrir las puertas de ese recinto legislativo a mujeres y sexo disidencias.
Manifestó la necesidad del cambio y la conciencia de clase como piedra angular para transformar una sociedad.
José Amador Simón Escobedo, proveniente de la UNAM y de Iztapalapa, dijo que la visión joven de la política, busca la igualdad social y entender la pluralidad.
Convocó a los asistentes a ser responsables con su trabajo, “donde nos toque desempeñarnos aún en la iniciativa privada, en la que importa más el dinero, que el interés social”.
Antes, Dianery Argumedo Ramos, de Milpa Alta y de la Asociación de Juegos y Deportes Autócronos, los invitó a transmitir nuestras costumbres.
“Ayuden a las personas a que sean visible en sus voces, que sean escuchada”, ese es nuestra tarea como jóvenes.
Mientras que Gloria Patricia Valverde Pacheco, de la UACM, resaltó las limitantes que enfrentan los jóvenes para sobresalir y criticó la falta de políticas públicas para el reciclaje del agua, así como medio ambiente.
Alfonso Rosales, del Instituto Politécnico Nacional, reveló que su padecimiento con un tumor fue un motivante para encausarse en política y criticó a los actuales actores políticos al no ser transparentes, les pidió sinceridad y seriedad para ayudar a la población y no utilizar como bandera los orígenes, que incluye los étnicos.