Por Angélica Rangel
Un día como hoy, pero de 1853 nació el pintor Vincent Willem Van Gogh en la región de Zundert, Países Bajos. Van Gogh fue uno de los principales exponentes del postimpresionismo, pintó aproximadamente 900 cuadros y más de 1600 dibujos.
Van Gogh fue autodidacta. Desde joven tuvo una inclinación notoria hacia el dibujo. Su primer trabajo fue en una galería de arte. Años más tarde se convirtió en pastor protestante y en 1879, a la edad de 26 años, se marchó como misionero a una región minera de Bélgica, donde comenzó a dibujar a la gente de la comunidad local.
En 1885 pintó su primera gran obra, “Los comedores de patatas”. En ese momento su paleta de colores se componía principalmente de tonos sombríos y terrosos. La luz y la preferencia por los colores vivos por la que es conocido surgió tiempo después, cuando se trasladó al sur de Francia, consiguiendo su plenitud durante la estancia en Arlés durante 1888.
La calidad que reflejaba en su obra fue reconocida solo después de su muerte, en una exposición retrospectiva en 1890, considerándose en la actualidad uno de los grandes maestros de la historia de la pintura. Influyó de forma notoria en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Matisse, Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen.
Murió a los 37 años de edad por una herida de bala; no se sabe con seguridad si fue un suicidio o un homicidio involuntario. A pesar de que existe una tendencia general a especular que su enfermedad mental influyese en su pintura, el crítico de arte Robert Hughes cree que las obras del artista están ejecutadas bajo un completo control; de hecho, el pintor jamás trabajó en los periodos en los que se encontraba enfermo.
Aunque Van Gogh es un artista célebre, mundialmente conocido por su estilo y su paleta de colores, son pocos los que se interesan por su vida privada, más allá de la intensa amistad con su hermano Theo, de su internamiento en la clínica Saint Paule de Mausole y de que en un pico de su enfermedad se auto-mutiló la oreja, hecho que se encuentra plasmado en algunos de los 43 autorretratos que pintó.
La pintura sostuvo a Van Gogh y hoy en día sus pinturas ayudan a sostener los más nobles valores de la humanidad, un mundo sin ellas sería un poco más triste.