Primero Editores / Ingrid Ahumada M.
Toluca, México.- Las posadas iniciaron y el artículo más solicitado son las piñatas, por ello, ahora se observan en algunos puestos de la ciudad “estrellas de siete picos” que, aunque coloridas, representan los siete pecados capitales.
En una recaudaría del centro de Toluca, se encontraba Francisco, quien en entrevista contó que desde hace 10 años elabora piñatas, esto como resultado de la demanda y la necesidad de venta en su local, pues aseguró que anteriormente podía vender más de 800 piñatas solo en la temporada de posadas.
Sin embargo, indicó que aunque actualmente la demanda ha disminuido debido a que las familias jóvenes no siguieron con la tradición, su venta sigue siendo buena, pues elabora alrededor de 500 piñatas para la temporada y aseguró que todas se venden.
Mientras cortaba papel china y lo colocaba en cada uno de los picos de una piñata, explicó que elaborar una sola puede llevar hasta cinco horas, debido al tiempo en que tarda en secar primero “la olla” que elaboran con papel periódico y después el decorado.
Indicó que las más pequeñas las ofrecen en 20 pesos, las medianas en 50 pesos y las más grandes en 70 pesos, aunque precisó que las más solicitadas son las medianas que llenan con fruta y dulce tradicionales, cuyo costo total depende de lo que el cliente quiera llevar.
¿Posadas y piñatas?
Gerson Solís, misionero marista desde hace 22 años, explicó en entrevista que una posada es la representación de la religiosidad popular y se basa en transmitir el evangelio de forma oral y no escrita.
Explicó que la parte más esperada en las posadas son las piñatas que representan al mundo por su forma redonda, según la iglesia, mientras que los siete picos representan los siete pecados capitales.
Argumentó que el hecho de que las personas que participan en “romper” una piñata, representan que “el hombre está ciego frente al pecado y ese pecado es la piñata”, por ello, el palo con que se rompe la piñata representa la fé con que se intenta romper el pecado.
Finalmente, argumentó que las personas que cantan alrededor del hombre que rompe la piñata representan a la iglesia que “ora por los pecadores”.
“En el canto -dale, dale, no pierdas el tino-, la iglesia alienta al pecador a romper el pecado con con una advertencia y una sentencia, ya que si pierdes el camino, pierdes estar cerca de Jesucristo”.
