- Soraya fue la primera mujer mexicana en conseguir la presea dorada en Juegos Olímpicos.
Por Angélica Rangel
En los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, la mexicana Soraya Jiménez entró en el olimpo deportivo, por primera vez una mujer ganaba la tan preciada medalla de oro en unos Juegos Olímpicos en la disciplina de halterofilia.
Fue un 18 de septiembre, el lugar era la sala de combates del Puerto de Sydney, fue el día en que Soraya Jiménez se convirtió en leyenda. La mexicana fue la primera mujer en conseguir la presea dorada en un deporte considerado únicamente solo para hombres.
La hazaña que la catapultó a la gloria consistió en soportar sobre sus hombros 222.5 kilogramos en la división de los 58 kilogramos. Al conseguir la presea se terminaban con 16 años de sequía de metales dorados para México en Juegos Olímpicos.
Aquella justa celebrada en Australia fue la primera que incluía la halterofilia femenina dentro del programa olímpico.
Aquel lunes del 2000, Soraya se encontraba tan concentrada en cada levantamiento, que era poco consiente de que estaba realizando una competencia excelente que estaba a nada de subir al podio.
“En los primeros levantamientos, salió todo perfecto, yo jamás me enteré de que estaba peleando medalla y ya estaba para salir para el último entrenamiento cuando mi entrenador Georgi Koev me preguntó que si levantaba 127.5 kilos que esa era la oportunidad de mi vida y yo le dije que sí”.
La “primera mexicana de oro” falleció a los 35 años de edad el 28 de marzo de 2013, víctima de las diversas cargas de trabajo a las que sometió a su cuerpo para pasar a la historia del deporte, no solo nacional, sino mundial.
Hace 20 años nació la leyenda, pues su logró siempre estará en el recuerdo del deporte en el país. Y a nosotras como mujeres nos sirve de recordatorio de que somos más fuertes de lo que creemos, que podemos hacer aún más cosas que, en el colectivo social, “ÚNICAMENTE SON PARA HOMBRES”.
