Después de la caída del Real Madrid ante el Arsenal y el empate del Barça frente al Betis, los de Hansi Flick buscaban esta noche en Montjuïc recuperar sensaciones y mandar un mensaje claro antes de visitar al Borussia Dortmund.
Los alemanes llegaban con discurso victimista y la baja sensible de Nico Schlotterbeck, pero demostraron por qué son finalistas de Champions: dieron pelea.
El inicio fue completamente blaugrana. En apenas seis minutos, el equipo catalán generó tres chances clarísimas: dos de un eléctrico Lamine Yamal y otra de Robert Lewandowski, todas bien resueltas por Kobel. El Barça presionaba alto, dominaba la posesión y finalizaba cada jugada.
El gol llegó tras un córner en el minuto 24: Pau Cubarsí remató en el área y, aunque el balón ya entraba, Raphinha lo tocó ligeramente en posición dudosa. El fuera de juego semiautomático validó el tanto y el dominio local se trasladaba al marcador.
Curiosamente, el gol despertó al Dortmund. Los visitantes adelantaron líneas, y el Barça se volvió impreciso. Tomó malas decisiones en la transición y, aunque Raphinha pudo ampliar la ventaja en una contra, el equipo alemán tuvo sus chances con un errático Serhou Guirassy, que falló tres ocasiones claras. El primer tiempo terminó con cierto sufrimiento para los culés.
En el complemento, el Barça corrigió errores y salió mucho más enfocado. Al 48’, en la primera jugada de peligro, Lamine conectó con Raphinha y este asistió a Lewandowski para el 2-0 de cabeza.
A partir de ahí, fue un monólogo. Lamine desequilibraba en todas partes y el Dortmund apenas podía sostenerse.El tercero llegó al 67’: Fermín López asistió a Lewandowski tras otra gran jugada del canterano, y el polaco, letal, no perdonó.
Con espacios para correr, el Barça hizo daño, y Lamine cerró su noche mágica con un gol de crack al 77’, definiendo con clase. Poco después pidió el cambio, dejando cierto susto en el ambiente, pero con ovación incluida.
Ansu Fati, que no jugaba hace meses, ingresó en su lugar.En los últimos minutos, el Dortmund apretó y hasta marcó un gol, anulado por fuera de juego.
También Araújo fue clave para evitar el descuento. Pero ya era tarde: el Barça había dado un paso firme hacia las semifinales con una actuación que ilusiona