• Señalan especialistas importancia del deporte en personas con discapacidad, en la emisión del programa En la intimidad del deporte.
• Platican invitados cómo el deporte fue fundamental en su rehabilitación física y emocional.

Durante los últimos días, los paradeportistas de México han realizado grandes hazañas en los Juegos Paralímpicos de Tokio, poniendo en alto el nombre de México a nivel internacional, es por ello que esta semana la emisión del programa En la intimidad del deporte tuvo como invitados a figuras del deporte adaptado.

Bajo la conducción de Mario Martínez Tello, los mexiquenses multimedallistas en Juegos Paralímpicos, Juan Ignacio Reyes González, nadador, y Mauro Máximo de Jesús, lanzador, además del maestro especialista en la primera infancia, Cándido Pérez hablaron acerca de la activación física en las personas con discapacidad, de la obesidad y compartieron historias de éxito, con el objetivo de entender a estas personas, todo en el marco de la magna justa paralímpica.

En este conversatorio, Cándido Pérez manifestó la importancia de la actividad física y el deporte para toda la población, pero destacó que en las personas con discapacidad incrementa su relevancia, porque es un vehículo para motivar y salir adelante, ya que puede marcar una diferencia en su vida.

Durante la charla, Juan Ignacio Reyes González relató que su discapacidad, amputación de ambas extremidades superiores y la pierna izquierda, a causa de púrpura fulminante, la adquirió a los cinco años de edad y, luego, a sus seis años, lo invitaron al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde realizó diferentes actividades deportivas y culturales.

Por su parte, Máximo de Jesús relató que, al nacer de siete meses tuvo que permanecer en la incubadora, donde sufrió una quemadura de tercer grado en el brazo derecho, adquiriendo su discapacidad; posteriormente, a los 15 años, sufrió un accidente donde estuvo a punto de perder esa misma extremidad, y a los 23 adquirió el síndrome de Guillain-Barré, que lo tuvo en terapia intensiva y durante los dos años de rehabilitación conoció el deporte adaptado.

“Antes de que me dieran de alta, me invitaron a hacer deporte y gracias a Dios, al deporte, a mi familia y a las autoridades de ese entonces, pude asimilar mi problema. Me dediqué a vender cosméticos y así pude sacar adelante a mis hijos, pero también fue parte fundamental en el crecimiento y el desarrollo, de ser alguien en el deporte”, indicó el exlanzador.

Ambos paradeportistas coincidieron en que la rehabilitación fue parte fundamental para poder integrarse al deporte de alto rendimiento, por lo que Juan platicó que la primera intención de su familia de llevarlo a clases de natación, fue que él pudiera realizar esa actividad para que, cuando acudiera a los balnearios, no se sintiera relegado y conviviera con la familia.

Antes de hablar en concreto de la justa paralímpica que se desarrolla en Tokio, Reyes González recordó cómo fue su experiencia a lo largo de cinco magnas justas, en las que disfrutó cada momento e hizo con gran gusto lo que más le apasionaba.

Rememorando las cuatro citas paralímpicas en las que coincidieron Juan Ignacio y Mauro, el nadador recordó que ambos eran muy disciplinados y estaban concentrados y aunque sus competencias son muy diferentes, compartían las alegrías y se apoyan mutuamente.

“Quiero pensar que gracias a lo que hemos hecho como deportistas, es que hemos salido a la luz y que la gente nos conoce, quiero pensar que hay un fenómeno para que se den cuenta de que las personas con discapacidad pueden hacer grandes cosas, pueden cambiar su vida y son capaces de lograr los objetivos que se propongan”, manifestó el ex deportista paralímpico.

Acerca de lo que se vive en Tokio, Juan Ignacio se congratuló de los resultados por parte de los mexicanos, donde lograron que México, a lo largo de su historia en el paralimpismo, alcanzara ya 100 medallas de oro y 300 en total.

“Es muy gratificante porque yo pude aportar cinco de esas 100 de oro y en total con siete de esas 300, creo que es el reflejo del trabajo, de la preparación, de todo el equipo multidisciplinario, que son los que menos se ven, pero que también merecen un aplauso y reconocimiento”, afirmó Juan Ignacio.

Mientras que Mauro aseveró “es un regalo maravilloso que en la delegación mexicana se integren nuevos medallistas paralímpicos, Dios les hizo el honor de que se cumpliera su sueño de hacer la gran historia, en lo personal me siento muy afortunado de estar disfrutando de lo maravilloso que se están llevando a cabo los Juegos”.

Finalmente, los panelistas concluyeron que la discapacidad no es una limitante para alcanzar la gloria en el deporte y en los diferentes ámbitos de la vida; además, las personas que tienen actividad física son menos vulnerables en la pandemia, mientras que, no desarrollar actividad física, es una condición determinante para la aparición de enfermedades crónico-degenerativas, que son la causa actual de muchos fallecimientos.

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