Con la herida fresca tras quedar fuera del Mundial de Clubes, León recibió otro duro golpe, esta vez en casa. En el Nou Camp, Cruz Azul mostró su mejor versión y, en el primer capítulo de los cuartos de final del Clausura 2025, se impuso 3-2 para estirar su racha a 17 partidos oficiales sin perder en el semestre.
Sin James Rodríguez en la cancha y con el ánimo por los suelos, La Fiera se topó con una Máquina motivada, sólida y efectiva. El contraste entre ambos equipos quedó claro desde el inicio: uno aún procesando la eliminación internacional; el otro, con la moral en alto y el ritmo de un equipo en ascenso.
El primer golpe fue celeste. Ángel Sepúlveda generó peligro, cedió para Ignacio Rivero, quien disparó al arco. Rodolfo Cota logró atajar, pero dejó el rebote servido, y Nacho no perdonó. Cruz Azul encontró espacios y los aprovechó. Poco después, Andrés Montaño probó de media distancia y el disparo, desviado por Stiven Barreiro, descolocó al arquero. Era el 0-2.
Parecía que León estaba noqueado, pero respondió. Un centro de Andrés Guardado terminó en una serie de rebotes dentro del área. Sebastián Santos apareció entre la confusión y logró empujar la pelota a las redes. Un gol extraño, pero vital para recortar distancias y revivir la esperanza local.
El impulso anímico fue breve. Cuando León presionaba por el empate, Cruz Azul volvió a castigar. Otra vez Montaño, con un zurdazo certero, puso el 1-3. La Máquina fue precisa en sus momentos y aprovechó cada error de una Fiera emocionalmente vulnerable.
En el segundo tiempo, León salió con otra actitud. No tardó en marcar el segundo: un trazo largo fue bien controlado por Mendoza, que mandó un centro rasante. El joven Cristian Jiménez falló en la marca y permitió que Iván Moreno definiera para el 2-3. Con la expulsión de Adonis Frías, León perdió fuerza. Cruz Azul, con un hombre más, administró el cierre y mantuvo la ventaja.
Aunque la superioridad numérica no se reflejó del todo en el dominio, Cruz Azul supo gestionar el partido y llevarse un triunfo clave a Ciudad Universitaria. La serie sigue abierta, pero La Máquina ya marcó el ritmo.